¿Estómago hinchado? (Parte 2)

Jesus L. Rodriguez

Problemas de estómago.

En la nota anterior habíamos comenzado a hablar sobre la hinchazón abdominal, algo característico de cuando tenemos un atracón, aunque, vimos que esta no es la única razón por la que esto sucede. Hoy te contamos sobre algunas razones más, esperamos que esta información te sea de utilidad y puedas evitar este problema que afecta la calidad de vida, ¡presta mucha atención!

Uno de los grandes causantes de este problema son los alimentos ricos en grasas, los mismos hacen que la digestión sea más pesada, además de provocar la sensación de plenitud o de hinchazón después de la comida. Lo mejor es que optemos por alimentos a la plancha, estofados, al horno o al vapor. Orea posible razón es que hayamos consumido fibra en exceso, si bien este es un alimento fundamental para nuestro organismo es importante que la consumamos con moderación, ya que si se toma demasiada, provoca diarrea e hinchazón abdominal.

Por otro lado, puede ser que tengamos síndrome del Intestino Irritable, este es un trastorno que nos provoca dolor abdominal y cólicos, cambios en las deposiciones y otros síntomas como distensión abdominal. También puede darse por estreñimiento la hinchazón, ya que el estreñimiento va acompañado de una serie de síntomas molestos como la hinchazón del abdomen. Por último, otras razones pueden ser candidiasis, quistes en los ovarios, embarazo, oclusión intestinal, síndrome premenstrual, aumento de peso, vida sedentaria o miomas uterinos.

1. Comer deprisa, ¿masticas o tragas?

  • El problema. Las personas que comen deprisa y hasta que se sienten llenas multiplican por tres el riesgo de sobrepeso. Este vínculo se explica en parte por la sensación de saciedad, que tarda entre 20 y 25 minutos en llegar del estómago al cerebro. Por ello, cuando se come rápido, se tiene hambre incluso tras ingerir suficiente alimento como para estar satisfecho. Además, al comer de ese modo, se traga más aire, lo que explica en parte la hinchazón abdominal. Al no masticarse lo suficiente, los alimentos ricos en carbohidratos que requieren mezclarse con la saliva para predigerirse (por acción de las enzimas salivares) llegan casi intactos al intestino y su digestión provoca fermentaciones que se traducen en indeseables gases.
  • Las soluciones. Comenzar la comida con ensaladas o tostar el pan son algunas propuestas que obligan a masticar los alimentos. Comer con palillos ayuda a comer más despacio y mejora la digestión, al tiempo que a menudo se come menos porque se percibe antes la sensación de saciedad. Servirse los platos por separado ayuda a tomar conciencia de la necesidad de comer más despacio.

2. Demasiadas frituras.

  • El problema. Un menú en el que abunden los empanados, los fritos, los rebozados, las croquetas, las patatas fritas, los guisos y los estofados puede ser muy variado, pero se excede con las frituras. Este es el modo de cocinado con el que el alimento absorbe más aceite. Digerir las grasas requiere más labor digestiva, es más costoso e influye en que se tenga sensación de plenitud o de hinchazón tras cada comida.
  • Las soluciones. Cocinar los alimentos a la plancha y acompañados de rehogados, estofados con poco aceite, al horno o al vapor en alternancia con las frituras. Para absorber menos aceite al freír, conviene añadir el alimento bien seco al aceite muy caliente (pero sin que humee), usar aceite de oliva (impregna menos al alimento) y dejar reposar los fritos en papel absorbente de cocina para que empape el exceso de aceite.

3. Las burbujas hinchan.

  • El problema. Tomar refrescos con gas hincha el vientre. Si además son azucarados, se ingieren «calorías vacías» que suman energía y contribuyen a ganar peso. El agua con gas, aunque no tiene calorías, también puede provocar esa sensación de tripa hinchada, más si se toma durante las comidas.
  • La solución. Elegir agua sin gas como bebida preferente y tomarla fuera de las comidas es un buen consejo para combatir la distensión abdominal.

4. ¿Falta fibra o se toma en exceso?

  • El problema. La fibra, como todo, conviene tomarla en su justa medida. Ingerir poca cantidad se asocia al estreñimiento, pero comer más fibra de la que el organismo tolera también es contraproducente, ya que puede provocar diarrea e hinchazón abdominal.
  • Las soluciones. Para evitar molestias digestivas, quienes se inicien en el consumo de alimentos integrales, deben hacerlo poco a poco (comenzar si acaso con el pan, luego con los cereales, más tarde con el arroz y la pasta…). Una alimentación aporta suficiente fibra si alterna frutas, ensaladas y verduras, algún alimento integral, frutos secos, frutas desecadas y legumbres. Si es así, no será preciso tomar extras de fibra en pastillas o en forma de salvado.

5. Falta de fuerza digestiva.

  • El problema. Comer todos los alimentos refinados, es decir, elaborados con harinas no integrales, como el pan, las galletas, la pasta, los cereales de desayuno o el propio arroz, hace que se agoten antes las enzimas digestivas que fabrica el propio aparato digestivo, ya que los alimentos ingeridos están desprovistas de ellas. Esto se traduce en una menor fuerza digestiva que explica, en gran medida, la hinchazón abdominal, los gases (flatulencia y aerofagia) y las dispepsias.
  • Las soluciones. Iniciarse en el consumo de alimentos integrales es muy beneficioso para la salud. Además de que la densidad nutritiva de estos alimentos es mayor (tienen más vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes), proveen de enzimas con efectos positivos en el aparato digestivo como para combatir el vientre hinchado. También puede ser muy útil añadir a las ensaladas brotes de germinados o incluir en el menú alimentos fermentados como el chucrut o el miso. En ambos casos, por los procesos de germinación y de fermentación que experimentan estos alimentos, se generan enzimas que ayudan en la digestión.

6. No gustan las ensaladas.

  • El problema. Las enzimas de los alimentos se destruyen, en gran medida, por la acción del calor, es decir, al asar, cocer, calentar o freír los alimentos. Cuando no se tiene la costumbre de comer ensaladas y fruta fresca, con el tiempo se puede perder fuerza digestiva por escasez de enzimas digestivas.
  • La solución. Los alimentos crudos son la principal fuente dietética de enzimas, de ahí la necesidad de comer algo de ensalada o de fruta fresca a diario.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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