A muchas de ustedes les fascina el paté, pero si ya estás en la dulce espera será mejor que lo dejes de lado durante los siguientes 9 meses. Se ha comprobado que el exceso de vitamina A en este alimento sería perjudicial para el desarrollo del bebé. El paté de hígado, o aquellos elaborados .
Si el paté está hecho con hígado, no debes comerlo. El hígado contiene demasiada vitamina A en forma de retinol, una sustancia que puede dañar a tu bebé. Mientras estás embarazada debes evitar también otros tipos de paté, como los elaborados con verduras y pescado, para reducir el riesgo de listeriosis, a menos que vengan enlatados o lleven la etiqueta UHT (proceso de temperatura ultra alta).
El paté de hígado, o aquellos elaborados a base de verduras o pescado pueden causar en la embarazada una enfermedad llamada listeriosis, producida por una bacteria llamana licteria.
Es rara su ocurrencia, pues las estadísticas señalan que sucede en 1 de cada 30.000mujeres en etapa de gestación. La persona infectada corre el riesgo de sufrir un aborto, y en el caso del bebé podría nacer o tener alguna enfermedad.
Otros alimentos que podrían contener listeria son: quesos sin pasteurizar, como el cabrales o el roquefort; o los preparados con leche de cabra.
La listeriosis, es una enfermedad rara, que afecta tan sólo a una mujer entre 30.000. Puede ocasionar abortos, muerte al nacer y enfermedades graves en los recién nacidos.
Al primer indicio de cualquier síntoma parecido al de la gripe, contacta inmediatamente con tu ginecólogo. La listeriosis puede diagnosticarse con un test de orina y sangre, y el tratamiento con antibióticos podría reducir el daño ocasionado al bebé.
El hígado por sí mismo también está prohibido ya que es rico en vitamina A, cuyo exceso podría ocasionar defectos de nacimiento. A pesar de todo lo anteriormente dicho es altamente improbable que un bocadillo de paté repercuta negativamente en el bebé.