Esta probado científicamente: la obesidad y la tensión caminan juntas. Las hormonas presentes en el organismo de las personas que están bajo estrés afectan directamente en su peso; en principio elestrés reduce el apetito debido a la producción de una sustancia llamada corticotropina, pero después de algunas semanas, si la tensión y la presión continua, esta misma hormona oprime la acción de las glándulas adrenales, encima de los riñones, aumentando la producción de cortisol, hormona que simplemente aumenta el hambre. El resultado es aumento de peso fuera de control.
Conozca las demás influencias del estrés en nuestro organismo y los mejores alimentos para combatirlo:
El cortisol también influencia en las preferencias alimentares; las ganas de dulce aumentan ya que estos alimentos ofrecen combustible para la producción hormonal y el paladar pide constantemente comidas reconfortantes, como el chocolate y las masas.
El estrés también consume más vitamina del complejo B y vitamina C, los minerales como zinc y magnesio, nutrientes esenciales para el control de la obesidad.
Conozca los mejores alimentos para reducir el estrés y las falsas necesidades que provoca en el organismo:
Granos y cereales integrales como arroz integral, lentejas, soja, etc. son ricos en vitaminas del complejo B, gastadas abundantemente en personas con estrés. El kiwi también es rico en estas vitaminas y puede ser una buena opción para ingerir después de la cena.
Huevos, además de aumentar la saciedad son fuentes de proteínas. Las nueces, pese a sus calorías, son buenas fuentes de vitamina, coma hasta 5 unidades por día, son ideales para picar entre las comidas principales.
Frutas cítricas son ricas en vitamina C y sacian la sed. Mora y frambuesas son antioxidantes y son excelentes para acabar con las ganas de comer dulces.
Pescados ricos en omega 3 como salmón, sardina, atún son excelentes para combatir el estrés.
Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.
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