Con la llegada del calor es importante refrescarse y. Al salir al exterior se hace mucho más difícil evitar pasar mucho tiempo expuestos a altas temperaturas, pero cuando permanecemos en casa tenemos a nuestro alcance diversas opciones para sobrellevar mejor dicha situación, como el ventilador y el aire acondicionado. Ambos funcionan para aliviar esa sensación de calor tan incómoda, no obstante, aunque el aire acondicionado se considere el más práctico, un mal uso de éste puede ser muy perjudicial para nuestra salud.
El aire acondicionado se transforma en perjudicial cuando produce sequedad del ambiente, por su uso a temperaturas excesivamente frías y debido a un mantenimiento deficiente de las instalaciones.
El doctor Hernán Cabello, jefe del Servicio de Enfermedades Respiratorias de Clínica Alemana, explica que este aire es enfriado y un poco húmedo, y que “cuando está a temperaturas muy bajas, entra a las vías respiratorias provocando un efecto irritativo directo sobre las mucosas de la nariz, faringe, amígdalas y laringe, causando, en cada una de esas zonas, diferentes grados de inflamación (rinitis, faringitis, amigdalitis y laringitis)”, afirma.
El aire frío también puede afectar la vía aérea por debajo de las cuerdas vocales e irritar la mucosa bronquial, causando bronquitis aguda. Además, puede disminuir las barreras defensivas, haciéndolas más vulnerable a infecciones virales o bacterianas.
Otro de los problemas más frecuentes del aire acondicionado se relaciona con los cambios de temperatura que sufren las personas: “Quienes van de un aire frío a uno caliente o viceversa, pueden suscitar una reacción vagal, es decir, una respuesta exagerada del sistema nervioso autónomo, que se manifiesta en sudoración y sensación de mareo, los que en general son sutiles, pero pueden llegar a ser muy intensos”, sostiene.
Asimismo, el aire acondicionado genera otro tipo de alteraciones, como sequedad de la piel, conjuntivitis y molestias en quienes usan lentes de contacto.
Propagación de micoorganismos
El aire acondicionado es un verdadero aspersor de hongos, bacterias y virus. También propaga elementos tóxicos procedentes del exterior o suspendidos en el aire de viviendas y oficinas.
Con una limpieza y un mantenimiento correctos minimizaremos este hecho, pero no podremos evitarlo del todo. Dentro de las afecciones que provocan estos agentes patógenos tenemos:
• Rinitis alérgicay neumonía, causada por hongos del género Aspergillus.
• Empeoramiento del asma. Gripes y resfriados.
• Bronquitis, faringitis y afonía.
• Legionelosis, muy poco habitual, pero de gravísimas consecuencias.
Ojo seco
El ojo se quedasin lágrima debido a la sequedad del ambiente refrigerado, que suele registrar una humedad muy baja. Esto se agrava si trabaja durante gran parte de su jornada laboral ante un ordenador, ya que se parpadea menos que realizando otras actividades. También se puede desarrollar conjuntivitis y poca tolerancia a las lentillas.
Problemas musculares
La corriente directa de aire frío también causa inflamaciones en los músculos:
• Tortícolis.
• Dolor en la zona cervical.
• Lumbalgia.
• Sequedad.
• Eczemas.
• Prurito.
• Enrojecimiento.
Síndrome del Edificio Enfermo
Estos efectos del aire acondicionado pueden darse independientemente o formar parte del Síndrome del Edificio Enfermo, reconocido por la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un conjunto de efectos nocivos que las características del edificio -normalmente, de oficinas- produce sobre quienes pasan muchas horas en él. No suelen disponer de ventilación natural. Se crea un microclima nada saludable y el cuadro de síntomas incluye cefaleas, somnolencia, mareos, irritabilidad, disminución del rendimiento, malestar general…