Cuando hablamos de Hernia de Hiato o Hernia Hiatal es una enfermedad de tipo estomacal que afecta principalmente a las personas que sufren obesidad o un marcado sobrepeso, en otros casos se puede tratar de una enfermedad congénita. Puede verse en personas de más de 50 años y para tener una buena calidad de vida se deben tener una cuenta ciertos cuidados, entre ellos llevar adelante una buena alimentación.
Los alimentos que se ingieran en estos casos son muy importantes para que los síntomas de la hernia sean leves. Este tipo de alimentación debe ser sana y equilibrada, no deben ingerirse alimentos demasiado pesados ni con grandes cantidades de grasas, que puedan generar acidez o gases.
Si bien la dieta debe ser dada en forma particularidad te daremos algunos puntos clave para que tengas en cuenta. Siempre es mejor comer los alimentos cocidos, crudos son más difíciles de digerir.
También es importante que cocines con pocas grasas, evita comer frituras y salsas demasiado condimentadas, restringe lo más que puedas el uso de la sal. Recuerda que los alimentos con grandes cantidades de grasas o muy calientes irritan la mucosa de tu estómago e intestinos.
Lleva adelante varias 5 comidas al día, come en pequeñas cantidades y no dejes pasar más de tres horas sin comer algo liviano. Aumenta la cantidad de fibras en tus alimentos, ingiere más cereales sin refinar, trata de evitar las comidas que te provoquen estreñimiento.
No bebas alcohol, ni café, ni uses muchos condimentos, estos alimentos aumentan notablemente la acidez.
Evita las verduras que causan gases y las otras trata de ingerirlas previamente cocidas.
Entre los alimentos que se aconseja consumir para prevenir o aliviar la hernia de hiato se encuentran los siguientes:
- Carnes magras, con poca grasa (quitar toda la visible antes de cocinarla).
- Pescado: El más recomendable es el blanco, debido a su mayor digeribilidad.
- Lácteos: Hay que evitar todos aquellos que sean grasos y optar por las versiones desnatadas o semidesnatadas: yogures no enriquecidos con nata, queso fresco, quesos cremosos (poco grasos), requesón, cuajada, mousse de yogur… El kéfir es otra buena opción.
- Huevos: Las mejores preparaciones son revueltos, en tortilla, escalfados o pasados por agua.
- Fiambres: Están permitidos el jamón York y el serrano (siempre que sea poco salado y que se elimine toda la grasa visible). También se puede consumir fiambre de pollo y pavo
- Legumbres: Lo mejor es tomarlas en poca cantidad, bien cocidas y sin acompañamientos grasos (tocino, chorizo o similares).
- Verduras y hortalizas: Todas excepto las flatulentas (coliflor, coles de Bruselas, etc).
- Frutas: Deben cumplir tres premisas: frescas, muy maduras y no ácidas. Las manzanas, las peras y la piña muy madura son muy recomendables.
- Grasas: Se puede consumir aceite de oliva y de semillas (maíz, girasol, soja), mantequilla y margarina (se toleran mejor en crudo) y la mayonesa light, que aporta menos grasa que la convencional.
-Como regla general, se deben elegir aquellos tipos de cocción menos grasos: cocido, hervido, al vapor, escalfado, rehogado, a la plancha, al horno y en papillote.
-Las frutas: En compota, asadas o en puré resultan más digestivas.
-Legumbres: Son más fáciles de digerir si se cocinan solo con arroz o patata y verduras. Si aún así no sientan bien, se pueden cocer en puré y pasarlas por el pasapurés, para que la textura sea más ligera. Para que resulten menos flatulentas, se les puede añadir un poco de comino o hinojo a la cocción.
-Las verduras es mejor prepararlas cocidas, pero sin sofritos ni salsas.
-Fritos: Hay que evitarlos al máximo, pero en caso de emplear esta preparación, lo mejor es hacerlo con poco aceite y que este sea suave (0,4 de acidez).
Qué alimentos evitar
Hay que intentar eliminar de la dieta diaria todos aquellos alimentos y preparaciones que puedan aumentar la secreción gástrica o tengan un efecto irritante sobre el esófago.
- Cítricos y otras frutas. El kiwi y la naranja pueden producir acidez, al igual que otras frutas como el plátano. Hay que restringir también la fruta no madura y cruda, la fruta en almíbar, la desecada y la confitada.
- Leche y derivados. Evitar la leche condensada, los quesos fuertes (grasos, muy maduros o fermentados), y los postres lácteos con nata.
- Pescados. No consumirlos en escabeche o en salazón (bacalao, arenques)
- Grasas. Mantener a raya los alimentos excesivamente grasos (nata, manteca, tocino) y las frituras.
- Cereales. Evitar el pan fresco recién horneado tipo baguette, ya que fermenta en el estómago.
- Dulces. Pueden resultar muy indigestos, sobre todo los cereales chocolateados, las galletas rellenas, chocolateadas o bañadas con soluciones azucaradas y, en general, la pastelería y la repostería.
- Café: Es uno de los principales enemigos de la mucosa gástrica. Lo mejor es decantarse por el descafeinado o, mejor aún , por infusiones digestivas (melisa, regaliz).
Fuente :Dieta para enfermos de hernia hiatal
yo sufro DE HERNIA HIATAL Y COMZUMO LOS CRISTALES DE SABILA LICUADOS EN LAS NOCHES ANTES DE ACOSTARME SON MUY BUENOS