Estudios recientes sobre la osteoporosis demostraron que realizar deporte de carga mientras se es joven disminuye drásticamente las probabilidades de padecer esta enfermedad durante la vejez. Vivir Salud te cuenta todo acerca de esta investigación.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis debilita los huesos y los torna frágiles y propensos a las fracturas. El debilitamiento se produce cuando la pérdida de minerales -como el calcio- es tal que la estructura ósea pierde densidad, aumentando el riesgo de fracturas fundamentalmente en las zonas de la cadera, la pelvis y las muñecas.
Otras consecuencias de esta enfermedad silenciosa son: dolor en los huesos, pérdida de altura y encorvamiento de la columna, aunque quienes la padecen tienden a pensar que son todos síntomas asociados a la vejez y no específicamente de la osteoporosis.
Quizá lo más complicado de esta enfermedad es que no presenta síntomas hasta que una fractura se produce. Por eso, es fundamental conocer sobre cómo prevenir la osteoporosis.
Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios es conveniente contar con la autorización de su medico y con el asesoramiento de un Kinesiólogo.
Caminatas:
Constituye un ejercicio excelente; la velocidad en el andar debe ser un poco mayor a la usada cuando se pasea. La longitud del paso y el desplazamiento de los brazos deberán ser más o menos uniformes.
Tiempo de caminata: Aproximadamente 30 minutos. Según progresa el entrenamiento en el mismo periodo se irá aumentando la distancia por recorrer.
Natación:
No solo ejercita los músculos del tronco y extremidades sino que también favorece la movilidad de todas las articulaciones.
Bicicleta fija:
En las instrucciones preliminares se deberá enseñar la postura correcta, la altura del asiento, la sección de la resistencia y la velocidad adecuada.
Consejos prácticos para la vida diaria:
– No flexionar forzadamente el tronco hacia delante, el aumento de carga sobre la zona anterior de vértebra osteoporótica puede fracturarla o deformarla en cuña.
– Ponerse en cuclillas para alzar un peso – siempre que este sea liviano – y levantarlo lentamente.
– La carga debe llevarse siempre lo más cerca posible del cuerpo.
– No permanecer mucho tiempo de pie, ya que los músculos de la espalda y la cintura tienen un exceso de tensión por estar constantemente en lucha contra la gravedad para mantenernos erguidos. Para disminuir esa tensión debemos alternar posiciones cómodas – acostado o sentado – con la posición de pie.
– Después de realizar los ejercicios será conveniente la relajación de los grupos musculares que trabajaron así como de las zonas que se sientan tensas, con ejercicios de relajación.
Cuidado de posturas en la vida diaria
Al acostarse o levantarse de la cama utilizar los brazos como soporte y las rodillas juntas evitando torcer o forzar la columna.