Creencias sobre el aspecto de tu bebé: Comer poca fruta

Jesus L. Rodriguez

La relación entre el bienestar del bebé y los alimentos que consume la embarazada es una creencia muy común en la familia latina. No cumplir con los antojitos puede causarle algún daño a tu niño.

Otras creencias sobre el embarazo:

Podemos conocer el sexo del bebé por la altura o la forma de la tripa

Muchos creen que si el vientre de la futura mamá está bajo, el bebé que está en camino será un niño, y si está alto, se tratará de una niña. O que si la forma de la tripa es puntiaguda será varón y si es más redondeada, niña. Esto es absolutamente falso. La forma y la altura de la tripa están determinadas por el tono muscular uterino y por la posición del bebé. La mejor forma para conocer el sexo del bebé es realizando una ecografía.

El aspecto de la cara de la madre durante el embarazo indica el sexo del bebé

¿Cuántas veces hemos oído que cuando una mujer está más fea o muy desmejorada durante su embarazo es porque su bebé es una niña que le está robando la belleza? Esto no es cierto. A cada mujer le sienta de una forma diferente el embarazo, el peso aumenta de manera distinta en cada madre y todas experimentan alteraciones hormonales que afectan a su piel y a su aspecto en general.

Si tienes acidez de estómago es porque tu hijo tendrá mucho pelo

Tener acidez durante el embarazo es muy común y suele producirse durante los últimos meses de la gestación por opresión del bebé sobre el aparato digestivo y un aumento de las secreciones, como respuesta a algunos alimentos. Además, recuerda que los niños empiezan a perder pelo después de nacer.

Durante el embarazo hay que comer por dos

Hay que comer mejor, pero no duplicar la ingesta. Es verdad que se aumentan los requerimientos de proteínas y de minerales en el embarazo, pero con una dieta equilibrada que responda más a la calidad nutricional que a la cantidad. Tu ginecólogo podrá aconsejarte qué comer para que tu embarazo se desarrolle correctamente.

Si una mujer embarazada tiene un antojo de un alimento debe consumirlo o de lo contrario su bebé quedará marcado en el cuerpo con una mancha de la forma o el color del alimento deseado

Es falso. El deseo irrefrenable de una mujer de comer algo especial, popularmente conocido como antojos, es causado por los cambios metabólicos y hormonales, que nada tienen que ver con las alteraciones cutáneas de distinta naturaleza que pueda sufrir el bebé. Es habitual que durante este periodo se experimenten cambios en los gustos por la comida, pero en ningún caso esos caprichos culinarios típicos de las gestantes afectarán al feto.

Las noches de luna llena se producen más partos

Aunque la astrología sigue defendiendo esta teoría, no existen pruebas empíricas que lo demuestren.

Tomar cítricos durante la lactancia corta la leche materna

No sólo no cortan la secreción de leche sino que los cítricos son muy recomendables durante el embarazo y la lactancia por su aporte de vitamina C y ácido fólico. Es aconsejable consumirlos especialmente en la primera etapa de la lactancia.

No debes teñirte el pelo si estás embarazada

No hay forma de que el tinte llegue al bebé a través del cuero cabelludo. El niño no correrá riesgos. Sin embargo, debido a los cambios hormonales que se experimentan en esta etapa, existe la posibilidad de que se manifiesten algunas reacciones alérgicas, por lo que debes estar atenta a cualquier signo de irritación cutánea. Elige productos de coloración naturales o vegetales, que suelen ser menos agresivos.

Beber mucha agua aumenta la cantidad de líquido amniótico

La mayoría del volumen de líquido amniótico es producido por el cordón umbilical y la placenta. Y en nada influye el agua que ingiramos. Además no es recomendable restringir la cantidad de líquidos durante el periodo de gestación.

Comer carne hace que los niños nazcan cabezones

La ingesta de proteínas durante el embarazo es absolutamente necesaria para el correcto desarrollo físico y mental del feto, y no guarda ninguna relación con el tamaño del cráneo.

Las relaciones sexuales están prohibidas durante el embarazo porque el bebé puede sufrir con el coito.

Excepto si el médico lo desaconseja por alguna contraindicación, el sexo no sólo no es perjudicial sino saludable. El bebé no sufre y está perfectamente protegido.

Durante embarazo no hay que bañarse o se corre el riesgo de contraer infecciones

 

El útero está sellado y no hay riesgo de que penetre el agua por la vagina. Además es obvio que para evitar infecciones hay que mantener una buena higiene, aunque resulta más recomendable ducharse que bañarse y hacerlo con agua tibia y jabón neutro.

Si tu madre tuvo un mal parto, el tuyo también lo será

En un parto influyen multitud de factores, genéticos y de otra índole. Por lo tanto lo que le ocurriera a tu madre no tiene por qué repetirse en tu caso.

Si la embarazada ve algo horrible, su niño será feo al nacer

No cabe duda de que esta creencia es absolutamente falsa y alejada de cualquier fundamento científico. La fealdad o la belleza de un niño responden a la genética y no a lo que a lo que su madre pueda percibir visualmente durante los nueve meses de gestación.

Una embarazada no debe hacer ejercicio o se adelantará el parto

Si el embarazo no ha presentado complicaciones, la práctica de ejercicio moderado es muy recomendable. Además de ser muy beneficioso para tu salud y la de tu futuro bebé, te ayudará a mejorar tu autoestima y te mantendrá en forma para afrontar el parto. Muchos estudios demuestran que realizar ejercicio durante la gestación acorta el trabajo de dar a luz y ayuda a la recuperación posparto.

El ritmo de los latidos cardíacos nos descubre el sexo del bebé

Se cree que si los latidos del corazón están por debajo de los 140 latidos por minuto, es niño y si están por encima, niña. Aunque esta teoría tiene cierta aceptación en la comunidad médica, en cuanto que afirma que el latido cardíaco fetal difiere en los niños y en las niñas, tampoco es un método fiable, ya que el ritmo varía también de acuerdo a la edad del feto.

La implantación de prótesis mamarias impiden la lactancia

Una mamoplastia de aumento, siempre que los pezones, nervios y conductos no hayan sido alterados, no interfiere en la lactancia. Las prótesis se colocan detrás de las glándulas mamarias, por lo que no impedirán que puedas amamantar a tu bebé. En cualquier caso si vas a realizarte este tipo de intervención quirúrgica y quieres quedarte embarazada conviene que lo consultes con tu médico.

Levantar los brazos puede provocar que el cordón umbilical se enrede en el bebé y le estrangule

El movimiento de las extremidades no guarda relación con la posición del cordón umbilical, ni la madre puede colocarlo a su antojo. El 25 por ciento de los bebés nacen con el cordón alrededor del cuello y esto no tiene nada que ver con la postura de los brazos de sus madres. Además, como recomendábamos anteriormente, el ejercicio moderado es saludable tanto para el bebé como para la futura mamá.

Articulos Relacionados