Correr en verano

Jesus L. Rodriguez

Correr en veranoCon la llegada del verano, a todos nos gusta sentirnos bien con nuestro cuerpo y estar en forma. Es por eso que muchas personas se ejercitan para ponerse en forma. Curiosamente, el hecho de que haga más calor y tengamos más horas de sol nos afecta psicológicamente: estamos más alegres, más receptivos, más optimistas y con más voluntad para salir a hacer ejercicio. No obstante, es importante tomar precauciones antes de salir a correr ante altas temperaturas.

Antes de nada es fundamental que sepamos que el calor no en buen compañero a la hora de lanzarnos a correr. Por ello es necesario y fundamental que sepamos elegir bien los momentos del día en los que vamos a practicar carrera a lo largo del verano. Es imprescindible que escojamos las horas en las que la temperatura baja más, que coinciden con el amanecer y el atardecer. Este es el momento propicio para correr, ya que la sudoración no va a ser excesiva y no corremos el riesgo de deshidratarnos.

A pesar de acudir a correr cuando menos calor hace, la transpiración va a ser mayor que en otras épocas del año, por eso es necesario que hidratemos perfectamente nuestro organismo. Es recomendable llevar con nosotros una botella llena de líquido que bien puede ser una bebida isotónica o agua. Nos ayudará a reponer los minerales perdidos a través del sudor y así conseguir un perfecto equilibrio orgánico sin correr riesgos.

Para las personas que no pueden practicar la carrera al aire libre cuando el sol aprieta menos es recomendable que dejen de lado salir a la calle y que lo practiquen en interior, pues las temperaturas son más bajas y el riesgo que se corre es menor. Sí que es cierto que no es lo mismo correr al aire libre que en un gimnasio, pero existen momentos en los que no nos queda más remedio pues ante todo tenemos que velar por nuestra salud.

El equipamiento es otro de los puntos a tener en cuenta a la hora de practicar carrera en verano, ya que debemos ir lo más cómodos posible con prendas que permitan que la piel transpire y no se acumule el calor. Es recomendable usar materiales naturales como el algodón y dejar de lado los sintéticos como la licra o el poliéster. Lo mismo sucede con el calzado, ya que cada vez existen más fabricantes que han desarrollado zapatillas que permiten transpirar a los pies.

EVITA LAS PEORES HORAS DEL DÍA

Salir a correr poco después de que amanezca es más sacrificado, pero también puedes salir cuando el sol se esté poniendo. Lo importante es que evites el resto de horas en las que el sol pega con ganas y es harto difícil realizar el mismo esfuerzo.

BUSCA SIEMPRE LA SOMBRA

Es de sentido común. Si tienes la oportunidad de correr bajo la sombra de edificios o árboles, hazlo. Tu cuerpo te lo agradecerá.

HIDRÁTATE

No esperes a tener sed para hidratarte: agua, bebida isotónica o incluso una cerveza te vendrá genial. Antes, durante y después del entrenamiento.

CREMA SOLAR

No hay que esperar a verano para proteger tu piel con crema solar. En realidad es aconsejable que uses factor de protección solar en cualquier época del año si tu rostro y otras partes del cuerpo van a estar descubiertos, pero en verano es especialmente importante protegerse.

Coge, como mínimo, factor de protección solar 15, aunque te recomendamos que las primeras veces seas más conservador, no tengas miedo de usar 50 SPF en la cara, por ejemplo.

BAJA LA INTENSIDAD

En verano no vas a progresar tanto como en el resto del año. Hacer el mismo entrenamiento te costará horrores y puede que algún disgusto. Si no dejas de entrenar, por lo menos aprovecha para correr con tranquilidad, a modo mantenimiento, y aparca un poco los entrenamientos más intensos: series, cambios de ritmo…

USA GORRA

La gorra es especialmente útil en verano. No se te recalienta la cabeza, te protege el rostro del sol y recoge el sudor.

El resto del equipamiento también es importante. Usa siempre que puedas ropa técnica, transpirable y enfocada a mantenerte fresco.

REFRÉSCATE SIEMPRE QUE PUEDAS

Aprovecha las fuentes del recorrido y si no hay ninguna intenta cambiar la ruta para pasar por parques que tengan una. Métete en la piscina al acabar, o al empezar, o incluso a mitad. Si no tienes ocasión prueba a vaciarte una botella de agua fresquita por encima. Correr por la orilla del mar. Échale imaginación y refréscate siempre que te sea posible.

PRACTICA OTROS DEPORTES

Si no quieres dejar de entrenar también es buena época para combinar el atletismo con otros deportes. Unos largos en la piscina, una kilometrada con la bici o cualquier deporte acuático pueden ser muy divertidos e igual de gratificantes.

APROVECHA LA CINTA O ELÍPTICA

Si hay una época del año para correr en cinta es en verano. Aunque siempre es mejor correr en tierra o hierba para evitar hacer sufrir de más a las articulaciones, la cinta está pensada precisamente para darle uso cuando las condiciones climáticas no son del todo adecuadas.

Prueba también con la elíptica si tienes ocasión, se “porta” mejor con las rodillas.

DESCANSA MÁS

Relájate. Tienes el resto del año para entrenar más fuerte. Tu organismo también agradece que le dejes unas semanas de descanso. Seguro que después vuelves con más ganas y sobre todo, con menos calor.

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