Consejos para relajar el cuello

Jesus L. Rodriguez

Consejos para relajar el cuelloPara el cuello, no existen ejercicios para el mismo ni un tipo de alimentación que lo beneficio, por tanto, es normal que pensemos que el mismo no necesita de ningún cuidado. Este es un gran error, según estadísticas formadas a través de la opinión de muchos especialistas en la salud, el cuello es una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre por causa de malas posiciones y las tensiones que sufrimos en el día.

¿Cuales son las causas de la tensión en hombros y cuello?

Conocer las causas de que nos producen tensión cervical nos puede ayudar a evitar que esto suceda. Son acciones que realizamos constantemente sin darnos cuenta y que, si nos fijamos, podremos corregir:

  • Mantener una mala postura puede causar dolor en el cuello. Inclinar la cabeza hacia delante obliga a que  los músculos del cuello y de los hombros tengan que realizar un trabajo extra.
  • Constantemente, sin darnos cuenta, elevamos las escápulas con lo que creamos una gran tensión en la base del cráneo y en el cuello.
  • Sostener el teléfono entre el hombro y la oreja.
  • Escribir en un teclado demasiado alto o apoyar los codos en los reposabrazos de una silla demasiado baja hace que nuestros músculos se carguen de tensión.
  • La realización de algunos trabajos que nos obligan a levantar los brazos por encima de la cabeza durante muchas horas al día causa dolor y tensión en la zona de los hombros y el cuello.
  • El estrés y la ansiedad nos hacen encoger los hombros lo que aumenta la tensión y el dolor en la zona.

Es normal que muchas personas sufran de tortícolis y se quejen de dolor en esta zona, los cuales son aliviados por una serie de movimientos. Sin embargo, este tipo de dolencias pueden evitarse directamente si seguimos unos trucos básicos. Uno de ellos consiste en relajar el cuello, de esta forma prevenimos la aparición de las molestias mencionadas.

¿Cómo relajamos el cuello? Primero que nada es importante que encontremos una habitación en la cual nos sintamos cómodos. Puedes inclusive poner un poco de música relajante e incienso. A continuación, sitúate en una posición cómoda y sigue el siguiente ejercicio: Coloca tus manos en tu nuca, presiona con los dedos bajo el cráneo, justo desde la línea media hacia fuera. Inspira. Ahora, con cada presión, debes aspirar el aire. Mientras aspiras dicho aire, inclina la cabeza hacia atrás poco a poco.

Giro de lado El giro de lado está diseñado específicamente para relajar y estirar al cuello. Recuéstate de lado con una almohada debajo de la cabeza y tus piernas flexionadas en posición fetal. Si estás de lado derecho, dobla el brazo izquierdo hasta el codo, dejando que descanse ligeramente en tu costado. Desde esta posición, inhala, de forma simultánea rota el cuello y la cabeza lejos de la cama. Rota tanto como puedas y sostén el estiramiento por varios segundo. Regresa a la posición original y repite. Realiza este ejercicio en ambos lados antes de culminar.

Inclinación adelante y atrás Este ejercicio para el cuello relaja los músculos en esa zona, indirectamente mejorando tu rango de movilidad en la parte superior de los hombros y el cuello. Siéntate derecho con la mirada hacia adelante y los pies planos contra el piso. Con los brazos en los costados, inclina la cabeza hacia atrás tanto como puedas. Mantén la posición por varios segundo antes de regresar lentamente a la posición original. Repite este ejercicio de cinco a diez veces antes de descansar.

Giro de hombros Este ejercicio relaja los músculos de los hombros y ayuda a relajar los músculos inferiores del cuello. Recuéstate sobre el estómago en la orilla de una cama con un brazo colgando de lado. Con la cabeza y cuello flexionado hacia un lado para que tu mejilla quede al ras de la cama, comienza a girar el brazo hacia adelante y hacia atrás. Comienza el movimiento en un ángulo de 15 grados y avanza gradualmente hasta llegar a 45 grados. Conforme cambies el ángulo, debes aumentar la distancia que recorre tu brazo con cada giro. Repite el ejercicio con el otro brazo.

Esto te ayudará a aliviar las tensiones y por tanto prevenir dolencias, una buena forma de mantener relajado nuestro cuello.

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