La artritis es una enfermedad dolorosa muy común, la misma provoca la inflamación del tejido muscular blando, limitando el movimiento de las articulaciones, además de dolores severos e incomodidad. Esta enfermedad además puede ocasionar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones pudiendo afectar a diversos órganos y sistemas, como ojos, pulmones y pleura, corazón y pericardio, piel o vasos sanguíneos. Existen varios tipos de artritis, aunque el tratamiento es similar en la mayoría de los casos.
Para poder sobrellevar esta enfermedad es muy importante que sigamos algunos consejos, como por ejemplo, en el caso de la alimentación, resulta fundamental mantener una dieta balanceada que sea pobre en grasas y rica en vitaminas. Además, es importante consultar con un reumatólogo, quien nos explicará cómo debemos proceder para evitar que el proceso se acelere y para disminuir el dolor.
En caso de que no sufras de artritis pero notes que te duelen las manos, las rodillas o los hombros y te cuesta trabajo moverlos ya que se inflaman es importante que consultes al médico, ya que pueden ser síntomas de esta enfermedad y cuando antes comiences a tratarla mejor. Algunas señales de inflamación incluyen enrojecimiento, calor, dolor e hinchazón. Estos problemas indican que algo anda mal. Recuerda estar atento a estas señales y cuidar de tu dieta, manteniendo una alimentación que sea sana y completa.
Hay tres tipos de ejercicios recomendados para las personas con artritis:
Ejercicios de movimientos amplios (por ejemplo, bailar) ayudan a mantener el movimiento normal de las articulaciones y alivian la rigidez. Este tipo de ejercicios también le ayudan a mantenerse flexible.
Ejercicios de fortalecimiento (por ejemplo, entrenamiento con pesas) ayudan a mantener o aumentar la fortaleza de los músculos.Los músculos fuertes pueden ayudar a apoyar y proteger las articulaciones afectadas por la artritis.
Ejercicios aeróbicos o de resistencia (por ejemplo, montar en bicicleta) mejoran el estado cardiovascular, ayudan a controlar el peso y mejoran la función general. Algunos estudios muestran que los ejercicios aeróbicos también pueden reducir la inflamación en algunas articulaciones.
El Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA) tiene un video de 48 minutos que le muestra cómo empezar y seguir un programa de ejercicios sin riesgo. El Instituto también tiene un libro de ejercicios de 107 páginas. Llame al 1-800-222-2225 (TTY: 1-800-222-4225) para más información. Antes de empezar cualquier programa de ejercicios hable con su médico o especialista en el cuidado de la salud.
Además del ejercicio, algunas personas han encontrado otras maneras para ayudar a liviar el dolor alrededor de las articulaciones, tales como la aplicación de calor o frío, sumergirse en una tina, nadar en una piscina de agua caliente y controlar o perder el exceso de peso. Controlar el peso es muy importante para las personas que tienen artritis, porque el sobrepeso ejerce presión adicional en muchas articulaciones. La pérdida de peso puede reducir la presión sobre las articulaciones y ayuda a prevenir mayores daños.
Su médico puede aconsejar la cirugía cuando el daño en las articulaciones produce invalidez o cuando otros tratamientos no disminuyen el dolor. Los cirujanos pueden reparar las articulaciones dañadas o reemplazarlas con articulaciones artificiales. En las operaciones más comunes, los cirujanos reemplazan caderas y rodillas.
Pierda el exceso de peso. Mientras más pese, mas tensión pondrá en sus articulaciones, especialmente las rodillas, caderas, espalda y pies. Los estudios han demostrado que una pérdida de peso de sólo 11 libras en una mujer de estatura media disminuye el riesgo de desarrollar osteoartritis de la rodilla en un 50%.
Esté activo. El ejercicio regular protege las articulaciones al fortalecer los músculos que las rodean. Una actividad física de tan sólo 30 minutos o más la mayoría de los días de la semana, puede disminuir el dolor, aumentar el alcance del movimiento y reducir la fatiga.
Mantenga una dieta saludable. Para gozar de una salud óptima, es importante alimentarse con una dieta saludable y balanceada. Las investigaciones recientes señalan la importancia de la vitamina C y otros antioxidantes en reducir el riesgo de padecer osteoartritis.
Deje de fumar. Fumar puede reducir la masa muscular, conducente a la osteoporosis y a un mayor riesgo de fracturas. Fumar también puede aumentar el riesgo de complicaciones de diversas formas de artritis y puede prolongar el tiempo de recuperación después de intervenciones quirúrgicas.
Mantenga el control. Incluso el paso más pequeño puede hacer una gran diferencia en prevenir o limitar el impacto de la artritis.
Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y te permita cuidar mejor de la salud de tu cuerpo, suerte!
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