En la nota anterior habíamos comenzado a hablar sobre las agujetas, una de las consecuencias más comunes de la vuelta al ejercicio. Las agujetas, como vimos, son micro lesiones en el músculo y pueden tener diferente grado de intensidad. Hoy justamente vamos a hablar sobre esto, te contamos sobre las agujetas suaves en este caso y cómo podemos combatirlas para que no nos molesten por mucho tiempo.
Una vez que las agujetas se presentan ya tenemos que tomar cartas en el asunto, vamos a detenernos en el dolor suave, estas son las agujetas más habituales y por lo general estamos acostumbrados a ellas después de entrenar. Aunque, sin darnos cuenta, las mismas en realidad limitan mucho el rendimiento cuando tocamos otro grupo muscular. Lo que se recomienda en este caso es el agua caliente en la zona afectada, también debes friegar de forma sana para que se acelere el riego sanguíneo y mejorarlo en la zona para conseguir una mayor recuperación.
Por último, en el caso de las agujetas moderadas, estas por lo general van acompañadas de un poco de inflamación, en este caso recomendamos aplicar un antiinflamatorio en la parte afectada, que además mejorará el riego sanguíneo en la zona acelerando la recuperación. También es bueno tomar baños de agua caliente con aceites esenciales y aromaterapia que nos ayudará a recuperarnos mucho más rápido.
Agujetas suaves
Cuando las agujetas hacen acto de presencia es necesario que tomemos cartas en el asunto y acabemos cuanto antes con los dolores que nos provocan. Para comenzar vamos a detenernos en eldolor suave. Se trata de las agujetas más habituales y con las que estamos más acostumbrados a entrenar, aunque sin darnos cuenta limitan mucho el rendimiento cuando tocamos otro grupo muscular.
Para acabar con ellas os recomendamos el uso de agua caliente en la zona afectada, así como friegas suaves que nos ayuden a acelerar el riego sanguíneo y mejorarlo en la zona para conseguir una mayor recuperación. Realizar ejercicio de manera moderada es una alternativa adecuada que nos hará generar adrenalina y acabar con el dolor de manera temporal.
Agujetas moderadas
Cuando el dolor es moderado las medidas a adoptar para solucionarlo son diferentes. En estos casos el dolor va acompañado de inflamación, por lo que es recomendable que nos apliquemos pomada antiinflamatoria en la parte afectada, que además mejorará el riego sanguíneo en la zona acelerando la recuperación.
A esto podemos añadirle baños de agua caliente con aceites esenciales y aromaterapia que nos ayudará a recuperarnos mucho más rápido, ya que además de mejorar la circulación en la zona, tendrá un efecto relajante que no podemos pasar por alto en ningún momento.
Agujetas con dolor elevado
Cuando el dolor de las agujetas es elevado apenas podemos movernos, ya que la lesión muscular es mayor. En este caso dejaremos de realizar cualquier actividad física para centrarnos en recuperar la salud muscular de nuevo. Ingerir analgésicos suaves para mitigar el dolor es una buena alternativa para que nos podamos mover. A esto podemos acompañarlo con duchas de agua fría. Primeramente realizaremos duchas normales con agua caliente y luego dirigiremos un chorro de agua fría a la parte afectada para adormecerla y mitigar el dolor por un momento.
Además, este acto activará la circulación acelerando la recuperación. La ingesta de alimentos ricos en magnesio nos ayudará a recuperarnos antes, pues los músculos lo necesitan para retomar su estado normal.
Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de devolver a nuestros músculos su estado habitual de salud tras unos entrenamientos severos. Es necesario que tengamos presente que a la vuelta nunca debemos sobrepasarnos ni en el peso ni en la cantidad de ejercicio si no queremos pagar las consecuencias con agujetas inhumanas que no nos dejarán parar de dolor y que nos mantendrán postrados durante unos días en el sofá.