El dolor de pecho en los primeros meses del embarazo puede suponer una importante molestia a la que se puede hacer frente. Te contamos los cambios que notarás pero también los trucos para evitar el dolor.
En los primeros meses de embarazo tu cuerpo comenzará a cambiar, notarás cómo tu vientre va adquiriendo un pequeño abultamiento que poco a poco se irá pronunciando, tus senos comenzarán a estar más sensibles e hinchados, puedes notarte más hinchada en algunas zonas de tu cuerpo e incluso tus hábitos alimenticios o de sueño pueden variar rápidamente.
Los primeros meses de embarazo son una etapa de cambio que puede asustar al principio y esto, no quita que una mujer se sienta ilusionada y feliz de estar embarazada. Ambos sentimientos pueden conjugarse pues uno no quita del otro. No nos olvidemos que es un cambio, algo completamente nuevo.
El dolor de pecho suele entenderse como un síntoma del embarazo, pero no debemos olvidarnos que también puede presentarse en algunas mujeres en los días previos a la menstruación. Importante reseñarlo porque muchas jóvenes se asustan cuando comienzan a sentir molestias y lo malinterpretan.
En los primeros meses de embarazo, como señalábamos en un principio, empezarás a notar como tus pechos están más sensibles y el mínimo roce puede suponer una molestia o incluso dolor. A simple vista verás como se van hinchando progresivamente, aumentando de tamaño porque comenzarán a almacenar más grasa para la futura alimentación del bebé.
Es posible que a esta sensibilidad se le sume una mayor sensación de picor y sequedad en tu piel, concretamente el pecho, ya que la piel va a estirarse y debe sostener el nuevo peso de tus senos. Esta es la razón de que también se puedan producir las estrías y que la hidratación de la piel sea tan importante.
Trucos para reducir el dolor de pecho
A la hora de disfrutar de una agradable ducha, escoge un jabón que no seque en exceso la piel. A poder ser, busca jabones naturales que limpien e incluso hidraten la piel pero que no la resequen. Otros expertos recomiendan que en esta zona no se utilice el jabón para evitar que se reseque y potenciar la hidratación natural.
El cambio de temperatura en la ducha también puede ser un truco a probar, en un principio dúchate con agua templada (a tu gusto) pero termina con un chorro de agua fría sobre cada pecho para enfrentar la hinchazón y el dolor.
La hidratación es fundamental para hacer frente a algunos de los síntomas que os hemos comentado pero también, para el futuro, cuando vayáis a dar de mamar al bebé ya que las estrías y grietas suelen ser muy dolorosas. Una crema hidratante o un aceite natural puede ser fabuloso para la piel del pecho, puedes aplicarlo después de ducharte cuando la piel está más que receptiva y antes de acostarte para que pueda absorber las cualidades durante la noche.
Aprovecha para mimar esta zona cuando vayas a aplicarte las cremas o el aceite, date un pequeño masaje para relajar y reducir las molestias.
Estate atenta del aumento de pecho que estás viendo en tu cuerpo, necesitarás comprar un sujetador adecuado a tu talla, cómodo y que no oprima. La mejor recomendación son los sujetadores de algodón porque evita los roces indeseados.