Una contractura se define como una pérdida del movimiento en conjunto debido a un cambio estructural en los tejidos no óseos. Estos son músculos, ligamentos y tendones.
Puede aparecer en cualquier articulación del cuerpo y las causas que la originan son variadas. Después de un largo periodo de inmovilidad por una enfermedad, una mala postura o pueden aparecer espontáneamente debido simplemente a un mal movimiento o si exigimos nuestro cuerpo con un esfuerzo desmedido.
A veces descubrimos que tenemos una contractura al despertar por la mañana, y esto puede ser muy doloroso y molesto y llegar a durar varios días si no sabemos como eliminar las contracturas.
Uno de los elementos más útiles en los casos de contracturas son los masajes, ya que facilitan la recuperación de la movilidad y ayudan a aliviar el dolor.
El masaje actúa de dos formas: en primer lugar evita que se formen adherencias en el foco inflamatorio, y puede eliminar las de formación reciente, y en segundo lugar, la fricción que proporciona el masaje aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece y acelera la reparación de los tejidos.
La aplicación del masaje debe realizarse de forma gradual, con la yema de los pulgares, y con suficiente intensidad para friccionar los tejidos musculares; se recomienda el uso de aceites o sustancias lubricantes para facilitar el deslizamiento enérgico de los dedos sobre la piel sin provocar irritaciones.
Algunos consejos:
- Con los dedos índice y medio de la mano, realiza movimientos circulares sobre las sienes, en ambos sentidos de las agujas del reloj. Luego cambia de sentido y realizalas de abajo hacia arriba y viceversa.
Cuando realices este ejercicio, cierra los ojos y relajate. Serán apenas algunos minutos para aliviar las contracturas. - Con el dedo indice presiona sobre la muñeca como si quisieras tomar el pulso. Respira suavemente mientras realizas este ejercicio. Con esta técnica ayudarás a eliminar las tensiones. Repite en ambas muñecas.
Las causas de las contracturas musculares pueden ser:
- Esfuerzo excesivo
- Fatiga muscular
- Estado de sobreexcitación del sistema nervioso
- Traumatismo violento
Es necesario eliminarlas por lo dicho anteriormente, pero también porque modifica el humor y la conducta de quién lo padece, afectándolo en la vida social, ya que el individuo se vuelve irritable por la poca capacidad de movimiento y el dolor persistente.
El tratamiento a seguir puede ser el siguiente:
- Colocar frío en la parte contraída, a pesar de que es una contractura, suele inflamarse la membrana que recubre al músculo, y por tanto hay que descongestionar la zona.
- Una vez aplicado el frío, colocar calor seco para activar la circulación y eliminar los metabolitos de desecho.
- Masajear la zona afectada suavemente, e inmediatamente de terminado aplicar nuevamente frío, porque como se dijo anteriormente, puede llegar a inflamarse el músculo.
- Hacer ejercicios de estiramiento en la medida de lo posible. Un estiramiento pasivo de al menos 30 segundos, restablece toda la función neuromuscular.
¿Cómo eliminar la contractura?
- Receta para un baño aromático para disminuir el dolor: Prepara un baño de agua caliente y echa al agua 250 gr. de sales de Epsom, 5 gotas de aceite esencial de mejorana, 5 gotas de romero y otras 5 de lavanda. Una nota importante, previamente tenemos que echar los aceites esenciales en las sales de Epsom, diluirlos y después echarlos en el agua de baño.
- Otro remedio clásico es un buen baño de sal gorda y si es perfumado mucho mejor, también le podéis aplicar algún aceite esencial relajante, por ejemplo lavanda o verbena.
- Se hace una infusión de tomillo o de romero, se deja reposar unos minutos y se cuela. Se mezcla con arcilla, puede ser verde o roja, hasta que tenga una densidad parecida a un puré o crema. Se aplica a la zona afectada directamente y caliente, pero con sentido común, que no le haga daño a la piel. Lo dejamos unos 20 minutos. Una vez que se limpie la zona debemos echar algún tipo de pomada o aceite.
- Un remedio natural chino. Envuelve una raíz de jengibre con hojas de col y ponlo a asar 1 hora en el horno. Una vez hecho esto, se corta en cachos la raíz. Ponemos las rodajas calientes en la espalda, en la zona donde tenemos dolor y lo sujetamos con una gasa. Nos lo dejamos al menos durante 20 minutos.
- Usa un gel o ungüento de árnica, alivia el dolor y la inflamación. Debemos aplicárnosla en la zona del dolor, eso si nunca se debe aplicar en una herida abierta.
- La aromaterapia puede ser un gran aliado para disminuir el dolor muscular, los aceites esenciales como el alcanfor, jengibre, romero, tomillo, lavanda, etc. Estos aceites esenciales podremos usarlos en aceites de masaje o baños aromáticos.
- Debemos hacer ejercicio para fortalecer la espalda y estirarnos bien, antes y después del ejercicio y realizar un ejercicio suave. Probad con el yoga, tai chi, pilates, natación…
- Los estiramientos de cuello y de espalda son muy beneficiosos. Por supuesto, mientras estamos en frente del ordenador no debemos olvidarnos de descansar 5 minutos cada hora y estirar bien todo el cuerpo, hay muchos ejercicios que se pueden hacer sentados en nuestra silla de trabajo. Y, por último, es muy importante vigilar nuestra postura al trabajar y a lo largo del día.
- La hidroterapia es una buena solución, si es posible acudid a un SPA o balneario urbano, los chorros de agua y su temperatura os ayudará notablemente a encontraros mejor.
Tenemos que tener en cuenta que estos remedios debemos usarlos con carácter preventivo o después de una buena terapia o masaje.
Para disminuir el dolor
Una mezcla de ulmaria, sauce y harpagofito nos ayudará a disminuir el dolor y la inflamación que podamos tener en la zona dañada. Podemos tomarlo tanto en infusión, extracto o en cápsulas. Eso si, debéis saber que las plantas medicinales tardan un poco en hacer efecto con lo cual no tienen un efecto inmediato y hay que tomarlas varios días seguidos o semanas, en función del caso.