Tratamiento para las contracturas

Las contracturas se deben a una contracción involuntaria y persistente de un músculo o grupo de músculos del cuerpo. Pueden aparecer en cualquier músculo del cuerpo aunque lo más común es en la zona del cuello, la espalda y los hombros.

Las causas que originan una contractura pueden ser por la fatiga, luego de un excesivo esfuerzo muscular, o puede deberse a otros factores como el estrés, la angustia o la ansiedad que pueden llevarnos a un estado emocional de tensión que no permite a los músculos relajarse. Es muy frecuente también que se deba a una mala postura sumado a la falta de ejercicio físico.

El mejor tratamiento para las contracturas es el que nos puede dar un masajista profesional, un osteopata, fisioterapeuta, o bien mediante la quiropráctica, el yoga o la acupuntura. Pero esto no siempre es posible en cuyo caso podemos recurrir a algunos tratamientos para las contracturas que podemos realizar en casa en cualquier momento y fácilmente.

Un excelente remedio casero para las contracturas es hacer baños con sales de epsom en la zona afectada, mezclando dos o cuatro cucharadas de sal de epsom por cada litro de agua. La sal de epsom es una sustancia que se consigue en algunos comercios especializados, se trata de una sal hidratada que esta compuesta por sulfato de magnesio. El magnesio es un mineral que relaja profundamente los músculos cuando entra en contacto con la piel.

Otra forma de eliminar las contracturas que es bastante efectiva es realizar baños calientes con sal gruesa, también es conveniente agregar algún aceite esencial relajante como los aceites esenciales de lavanda o verbena.

También tenemos la opción de recurrir a la fangoterapia para las contracturas. Para esto preparamos una infusión de tomillo o de romero y la mezclamos con arcilla natural hasta que tenga una consistencia cremosa. Se aplica caliente sobre la zona afectada y se deja actuar durante veinte minutos antes de limpiar con agua tibia.

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