Cómo dar a luz en una piscina

Jesus L. Rodriguez

Dar a luz no tiene porqué ser siempre un proceso que se realiza en un hospital, si bien son muchas las mujeres que apuestan por otras opciones como es el caso del parto natural o el hecho de hacerlo dentro del agua.  os explicamos ahora cómo dar a luz en una piscina.

Si bien dar a luz a través de un parto natural tiene que ver con el hecho de hacerlo en casa, sin la presencia de un material quirúrgico y sin anestesias que acaben con el dolor, dentro de esta opción existe el hecho de poder hacerlo dentro del agua y de este modo estar en contacto de un modo mucho más directo con nuestro bebé, que de hecho llega a la vida tras haber estado durante nueve meses en una bolsa de agua y lo podemos recibir de la misma manera y en el mismo entorno.

Cómo dar a luz en una piscina:

  • Se dice que dentro del parto natural, el hacerlo dentro del agua es mucho mejor ya que las embarazadas pueden dilatar mucho mejor y además el agua caliente permite que disminuya el dolor favoreciendo la dilatación cervical.
  • Aquellas mujeres que no presentan riesgos en su embarazo, pueden optar por tener a su bebé en una piscina. Para ello necesitamos dicha piscina y si bien algunas personas podrán hacerlo en casa, lo cierto es que en España existen pocos lugares o centros donde te permitan dar a luz dentro del agua y que tengan una piscina acondicionada para ello (quizás cabría mencionar en la clínica Acuario en Valencia).

¿En qué consiste un parto en una piscina?

  • Lo cierto es que pocas diferencias habrá entre el hecho de parir fuera que dentro del agua en el sentido que dar a luz es algo completamente involuntario , o algo que se ha producir pasado el tiempo de gestación; por lo que si hemos de buscar alguna diferencia quizás esté en como el agua puede ayudarnos a parir sin tanto dolor.
  • Muchas mujeres de hecho tan sólo utilizan el agua de la piscina, o de una bañera, para poder controlar mejor las contracciones, aguantar el dolor y acelerar el proceso de dilatación, pero después optan por dar a luz fuera de ella y de este modo, y con el cambio de temperatura,  el parto se produce con una expulsión más vigorosa.
  • Para las mujeres que optan por completar todo el proceso dentro de la piscina, hay que decir que es recomendable que la temperatura de la piscina esté siempre a unos 37 grados.
  • A esta temperatura se favorece el que la embarazada pueda reducir la producción de adrenalina y que es “culpable” de la rigidez del cerviz y por ello hace que la dilatación se retrase.
  • El estar dentro del agua hace además que se aumente la producción de endorfinas, de modo que los músculos se relajan e incluso podemos controlar mejor la respiración.
  • Lo ideal es colocarse estirada pero como si estuviera sentada y flotando dentro del agua, con la ayuda de una persona que pueda sujetarnos por detrás por si existe alguna complicación.
  • Una vez el bebé ha nacido y lejos de la creencia de que quizás tengamos que dejarlo un rato dentro del agua, al estar acostumbrado al líquido amniótico, hay que decir que no y que el recién nacido debe ser sacado cuanto antes del agua para no ahogarse.

Cada madre debe decidir de como quiere dar a luz, por lo que en los centros de salud en los que nos van a atender durante el embarazo, deben informarnos de qué métodos son los mejores y recomendables dependiendo de como se está desarrollando nuestra gestación, para que a partir de aquí podamos decidir.

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