No empieces demasiado rápido, ni demasiado intenso, ni con demasiada frecuencia. Cuando arrancamos con todo se nos dificulta seguir el ritmo, mucho más cuando se trata de ejercicio. Comienza de a poco, y ve aumentando la intensidad y frecuencia con que realizas actividad física gradualmente, con el tiempo.
Haz calentamiento antes de comenzar para preparar a tu corazón y estiramiento al terminar para relajar los músculos. Te ayudará a prevenir lesiones y disfrutar mejor de la actividad.
Lleva un registro de tus ejercicios. Anota en tu agenda cuánto ejercicio has hecho cada día. Estos apuntes te ayudarán a ver cómo vas evolucionando.
Fíjate metas. Una manera de mantenernos motivados en el ejercicio es desafiarnos a nosotros mismos, planteándonos objetivos. Por ejemplo; durante una semana propónte caminar durante 25 minutos. A la siguiente, durante 30 y así sucesivamente. Esto, además, impide que te quedes estancado en una misma actividad.
No duele, no duele. Si te cuesta muchísimo hacer un abdominal más o sientes que ya no puedes más pero todavía no has cumplido con tu meta, haz el esfuerzo de continuar hasta lograrla. Piensa que es por tu salud y para ponerte en forma: ¡vale la pena!
Planea: Consulta si el hotel donde te hospedas cuenta con un gimnasio o piscina; o si hay algún parque o gimnasio cerca al que puedas ir.
Arma tu maleta deportiva: Lleva desde tu casa lo que necesitarás para el ejercicio como ropa y calzado deportivo.
Averigua sobre el destino: ¿Cuáles son las condiciones climáticas? ¿En qué espacios públicos puedes ejercitarte?
Organiza tus horarios: Es preferible separar 1 ó 2 horas de la mañana para ejercitarnos, ya que por la noche generalmente organizamos salidas con la familia y amigos.
¿Y si no tengo una rutina deportiva?
Hacer deportes no implica necesariamente una rutina compleja, ni de ejercicios forzosos. De hecho, con un poco de creatividad, cualquiera de nosotros puede ejercitarse sin notarlo. A continuación unas ideas que puedes aprovechar en tus próximas vacaciones.
- Consigue un mapa y recorre la ciudad caminando: de la iglesia al centro comercial, del museo al parque, del hotel al restaurant.
- Si en el paseo encuentras grandesescaleras, sube y baja la mayor cantidad de veces que puedas.
- Averigua cómo es el tránsito de la ciudad y trata de recorrerlo en bicicleta. Si no te animas, pregunta por algún parque en donde puedas pedalear un poco.
- Si estás en un lugar con playa, caminar por la orilla del mar te ayudará a relajarte.
- Proponle a tus compañeros de viajeactividades físicas: cabalgatas por el bosque, kayak en el lago, futbol playero. Estar acompañado lo hará más divertido.