Mucha gente vive con la sensación de que el colesterol es algo malo, y lucha por reducir su cantidad sin tener en cuenta que el colesterol, de forma natural, ya forma parte de nuestro cuerpo y es necesario. Pero claro, todos los excesos son malos, y es necesario trabajar ciertas pautas para conseguir que sus niveles en nuestro organismo no pongan en peligro nuestra salud.
El colesterol se produce en el hígado, aunque también lo podemos encontrar en ciertos alimentos en diferentes niveles de concentración. Solemos escuchar hablar de “colesterol bueno” y “colesterol malo” pero, ¿cuál es la diferencia que existe entre ambos? Sin entrar en detalles técnicos, digamos que el “malo” supone un riesgo en grandes cantidades, ya que puede llegar a acumularse hasta tal punto que bloquee las arterias, nuestra salud se deteriorará e incluso podemos llegar a padecer alguna enfermedad seria con consecuencias fatales. No hay que alarmarse, ya que existen formas de reducir los niveles de colesterol y combatir esta situación, gracias a los esteroles vegetales que hay en la fruta, y un largo etcétera.
Los esteroles vegetales tienen una cierta “competencia” con el colesterol, ya que ambos elementos son absorbidos a través del intestino para llegar al torrente sanguíneo. Así, al aumentar la presencia de esteroles vegetales, se hace más difícil que el cuerpo pueda procesar todo el colesterol, lo que necesariamente reduce su cantidad y, por lo tanto, nos ayuda a mejorar nuestra salud.
Cómo mantener el colesterol a raya
Las claves para mantener niveles óptimos de colesterol en sangre y evitar sus secuelas en el sistema cardiovascular son sencillas pero, a tenor de los resultados de muchos estudios, difíciles de poner en práctica y, más aún, de mantenerlos a largo plazo. Según la comunidad científica, la dieta cardiosaludable (con pocas grasas «trans» que proceden de alimentos con grasa animal, aceites baratos utilizados para freír, comida rápida, lácteos enteros, aperitivos salados, bollería industrial y platos precocinados y poco colesterol que está en lácteos enteros, mantequilla, yema de huevo y carnes grasas, entre otros) y el ejercicio físico son los dos puntales básicos para tener el colesterol controlado y, a su vez, el resto de los factores de riesgo cardiovascular.
Son dos medidas fáciles y económicas. Sin embargo, los datos estiman que uno de cada dos españoles tiene cifras elevadas de colesterol (y la mitad lo desconoce), lo que sumado al exceso de peso (un 62%) y la hipertensión (un 33% de los adultos de nuestro país es hipertenso y solo el 20% controla su tensión arterial) son una bomba para la salud del corazón. Parece ser, por tanto, que adoptar hábitos de vida saludablepara reducir enfermedades y la mortalidad asociada no es nada fácil.
Por otro lado, para aumentar los niveles de lipoproteína HDL, el colesterol bueno, no hay disponibles fármacos tan eficaces como para disminuir los de LDL. Por este motivo, es imprescindible, ante todo, cambiar el estilo de vida y, de nuevo, seguir una alimentación sana y equilibrada y evitar el tabaco y el sedentarismo.