Bebidas alcohólicas
Los vinos, cervezas, sidras y licores contienen alcohol etílico en proporciones diversas junto con azúcares o glúcidos simples.
El porcentaje en volumen de alcohol etílico de una bebida determinada se expresa en grados. Para pasar a gramos deben multiplicarse por su densidad (0.789). Así, por ejemplo, un litro de vino de 12° contiene 120 ml de alcohol o, lo que es lo mismo, 94.68 g.
Bebidas fermentadas:
– El vino es el producto resultante de la fermentación de la uva. Contiene azúcares simples y alcohol en una proporción de 10 a 15 vol/100.
– La cerveza se obtiene a partir de la cebada, a la que se le añade lúpulo el cual le proporciona su sabor característico.
– La sidra se obtiene a partir de la fermentación de las manzanas.
Licores: Son productos de alta concentración alcohólica (en general de 35 a 50 vol por 100) obtenidos a partir de la destilación de vinos, de jugos de frutas o de caldos fermentados decerealesmalteados.
Desde el punto de vista nutricional:
– Las bebidas alcohólicas tienen la cantidad de energía que les suministra el alcohol.
– Las bebidas alcohólicas azucaradas tienen el aporte calórico que les suministra el alcohol más el del azúcar.
– La cerveza tiene algo de hidratos de carbono, algo de vitamina B12 por la levadura que contiene y algo de B2.
Bebidas estimulantes
Algunas infusiones y otras bebidas contienen cafeína, teína u otros alcaloides con propiedades estimulantes. Son los preparados a base de cola, el café, el té.
Ingeridos ocasionalmente y en cantidad moderada, parecen ser inocuos; sin embargo a lo largo de estos últimos años diversos autores vienen dedicando su atención a la cafeína, tanto por su capacidad de causar adicción como por su posible papel tóxico, aunque sólo en el caso de dosis claramente elevadas. Existen colas y cafés sin cafeína que pueden venir bien a algunas personas.
Bebidas refrescantes
Son líquidos a base de distintos aditivos químicos principalmente saborizantes y colorantes, con una pequeña proporción de zumo de fruta (naranja, limón). En general están endulzados con azúcar. Los refrescos tienen el valor energético del azúcar que contienen. Existen variedades acalóricas – las bebidas light – en las que se ha sustituido la sacarosa por aditivos edulcorantes autorizados, como la sacarina o el ciclamato, principalmente. Sólo proporcionan la energía contenida en el extracto vegetal o en el porcentaje de zumo de frutas (muy bajo) que entra en su composición.
Ingeridas ocasionalmente las bebidas refrescantes pueden considerarse inocuas aunque su uso inmoderado puede llevar al consumo excesivo de aditivos y de energía superflua.