Evitar las estrías en el embarazo

Jesus L. Rodriguez

El embarazo.

Hoy queremos hablar sobre un problema muy común en el embarazo, se trata de las estrías, las cuales suelen aparecer en zonas como el estómago, piernas, caderas y pechos. Para poder evitar este problema es necesario llevar una dieta especial que incluya algunos nutrientes en especial, hoy te contamos cuáles.

El primero que queremos mencionar es la vitamina A, esencial a la hora de cuidar de la salud de la piel, ya que esta promueve la formación de nuevas células epiteliales. Podemos encontrarla en algunas frutas como la naranja , como el albaricoque, melón y mango y hortalizas como las zanahorias, las batatas y la calabaza, todos alimentos de color naranja. También en el hígado, atún y vegetales de hoja verde, como espinacas y col rizada.

Por otro lado, la vitamina C es igual de importante, ya que nos ayuda a mantener y proteger las células de la piel, la adquirimos a través de frutas cítricas, como naranjas, pomelos, mandarinas, kiwis, melón, pimientos y brócoli. A esto debemos sumarle vitamina E que encontramos en nueces, semillas, aguacates, mantequilla de maní, germen de trigo, tomates y salvado de avena.

Control de peso en el embarazo

Un excesivo aumento de peso en el embarazo (aumentar más de 15 kilos), además de ser perjudicial para la salud de la madre y la del bebé, es un factor de riesgo para que la piel se extienda demasiado y se produzca la rotura de las fibras de la dermis.

Un aumento de peso repentino, y la pérdida de peso después del parto propicia la aparición de estrías, lesiones irreparables en la piel.

Mantener la piel hidratada

Para mantener la piel hidratada es importante beber muchas agua, aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas y nutrientes, así como aplicar cremas antiestrías desde el primer trimestre de gestación.

Alimentación para prevenir las estrías

No se suele pensar en los alimentos, pero pueden ser grandes aliados en la prevención de las estrías. Especialmente los alimentos ricos en vitaminas A (productos lácteos, zanahorias, albaricoques, nísperos), E (aceites vegetales, cereales, verduras) y C (cítricos, patatas, lechuga, tomate) y en magnesio, indispensable para la síntesis de colágeno.

Los ácidos grasos esenciales, presentes en verduras, aceites vegetales y pescado, aportan elasticidad a la piel y favorecen la producción de colágeno. Entre las frutas, aquellas que son ricas en vitamina C, especialmente el kiwi, que favorece la regeneración del tejido conjuntivo y la cicatrización.

Cremas antiestrías

Necesitamos una crema que hidrate, revitalice y restaure la piel. Entre los componentes de las cremas, tenemos que buscar las que contengan centella asiática (que actúa como bioestimulante), aceites de yoyoba y borraja, vitamina E y aceite de mosqueta (de efectos reparadores).

El aceite de rosa mosqueta contiene altos niveles de ácidos grasos esenciales poliinsaturados (linoleico, oleico y linolénico) con un importante poder para regenerar los tejidos de la piel.

A la hora de elegir una crema antiestrías tenemos muchas marcas en el mercado. En alguna ocasión hemos hablado de las que encontramos más fácilmente, cuyos precios rondan entre los 12 y los 25 euros. A mí la que mejor me ha funcionado es la Trofolastín de Carreras, antiestrías y postparto.

Hay que aplicar la crema dos veces por día, por la mañana y por la noche, para que la piel se mantenga hidratada y protegida durante todo el día. Se aplican con masajes circulares que estimulan la circulación cutánea y favorecen la penetración de los principios activos.

Por último, mencionamos el zinc, fundamental para la formación de colágeno, el cual encontramos en carne magra, pasas, frijoles, lentejas y plátano. Y por supuesto, no podemos descuidar el consumo de agua, que nos ayuda a mantener la piel correctamente hidratada. Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos te sean de gran ayuda, ¡suerte!

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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