Hoy queremos hablar sobre un alimento sumamente importante en nuestra alimentación, se trata de la leche, la misma ha formado parte de nuestra alimentación desde hace miles de años y hoy en día podemos encontrarla en el mercado con muchas características diferentes y de distintos tipos. Esto hace que sea difícil elegir la que mejor se adapta a nuestras necesidades, por eso, en esta serie de notas queremos hablar sobre diferentes aspectos, como sus beneficios y las ventajas de cada tipo. Hoy comenzamos hablando sobre el primer punto, te contamos por qué deberías incluirla en tu dieta diaria, ¡presta mucha atención!
La leche es conocida principalmente por la cantidad de nutrientes que nos aporta, algunos de los cuales son fundamentales para el correcto crecimiento y para la salud de nuestros husos y dientes. Otra de sus características es que es una fuente importante de calcio, un vaso de 200 ml nos aporta un tercio de la cantidad diaria recomendada.
Por otro lado, la leche nos aportan también proteínas, vitaminas del grupo B y minerales, como el fósforo, yodo, potasio, magnesio y zinc. Aunque, para poder beneficiarnos de esto debemos prestar mucha atención a su tiempo de conservación. Tenemos por un lado las leches que han sido tratadas para que tengan una vida útil extendida, estas duran unas tres semanas sin refrigeración. Por último, en el caso de la leche cruda, esta tiene una vida útil muy breve y es importante consumirla en este tiempo, ya que sino corremos riesgo de consumir microorganismos contaminantes.
Niños y Adolescentes
La niñez y la adolescencia son dos etapas muy importantes para el desarrollo físico y mental. Durante esta etapa el consumo de calcio y hierro son fundamentales, y la leche es fuente de ambos. El calcio le va a ayudar a los niños a tener unos huesos y dientes sanos. Los requerimientos de calcio aumentan dramáticamente a partir de la edad de 11 años en lo que se conoce como el período de crecimiento pre-puberal.
Los niños menores de 11 años deben consumir 3 porciones de lácteos al día y los niños mayores de 11 años, 3 a 4 porciones diarias. Opte por leche semi-descremada o descremada, ya que contiene menos grasa saturada. Sólo los niños menores de 5 años deben tomar leche entera.
El hierro en esta etapa es importante para el crecimiento, el desarrollo del cerebro y el sistema inmune. Un adecuado consumo de hierro ayuda a prevenir la anemia.
Adultos
La leche juega un papel importante en el mantenimiento de la salud y la prevención de las enfermedades crónicas. Debido a que la masa ósea máxima no se alcanza hasta la tercera década de la vida, es particularmente importante para los adultos cubrir el requerimiento de calcio, proteínas y vitamina D, con el fin de prevenir la osteoporosis más adelante en la vida.
La falta de estrógeno en mujeres posmenopáusicas previene la absorción y utilización del calcio y es el factor más importante en el desarrollo de la osteoporosis en mujeres mayores. Además, una ingesta adecuada de calcio aumenta la eficacia de los métodos hormonales y farmacológicas para el tratamiento de la osteoporosis.
Para el adulto mayor, la leche es un alimento muy nutritivo ya que aporta energía, vitaminas, minerales, ayuda a hidratar y mejorar las defensas del organismo. Por su contenido de potasio ayuda a controlar la presión y prevenir enfermedades cardiovasculares. Además es fuente de proteína; una baja ingesta de proteínas se asocian con la osteoporosis y mayor riesgo de fracturas.
La leche y productos lácteos se encuentran entre los más altos proveedores de calcio fácilmente absorbible. Una vez más el consumo de 3 porciones de lácteos al día puede proporcionar la mayoría de los requerimientos diarios de calcio.