Brindar con cerveza también protege frente al infarto de miocardio. De nuevo en el órgano de la American Chemical Society aparece un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) según el cual beber un vaso diario de cerveza produce cambios bioquímicos en la sangre que ayudan a prevenir la eventualidad de un infarto.Shela Gorinstein y su grupo de expertos sometieron a 48 hombres con enfermedad coronaria y una edad comprendida entre los 46 y los 72 años a una dieta que incluía una sola cerveza al día por espacio de un mes. Compararon su evolución con la de otro grupo de características similares que bebió sólo agua.Los expertos descubrieron con asombro que los bebedores de cerveza tuvieron una disminución más pronunciada de los niveles de colesterol, aumento deantioxidantesy menor acúmulo de fibrinógeno en la sangre. Dicho estudio demostró, además, que un consumo moderado de alcohol produce cambios estructurales en el fibrinógeno, una proteína sanguínea responsable de los coágulos, inhibiendo su capacidad coagulante. Los investigadores subrayaron el hecho de que tanto el grupo que consumió cerveza como el que consumió agua siguieron una dieta cardiosaludable, rica en frutas y vegetales. No obstante, en el grupo de cerveza aumentó más elcolesterolHDL (beneficioso) y disminuyó por contra el LDL, además de registrarse una mayor actividad antioxidante.
Durante el periodo estudiado (cuatro semanas) no se registraron episodios cardiacos en ninguno de los dos grupos, y los científicos tratan ahora de determinar el riesgo coronario y las expectativas de supervivencia en bebedores de cerveza y agua para determinar un patrón comparativo.Fuente: Consumer Eroski
También tiene propiedades contra la trombosis y efectos sobre la coagulación de la sangre.
La dosis recomendable es un aspecto controvertido y, según explicó el doctor Ramón Estruch, del servicio de medicina interna del Hospital Clínico de Barcelona a la prensa, no debería superar las dos unidades diarias en el caso de las mujeres y cuatro, para los hombres, en el caso de cervezas consumidas habitualmente por los españoles.
Además, si se trata de cervezas con más grados de alcohol el número de unidades tiene que ser inferior.
Asimismo, se debe ingerir con las comidas y no debe ser consumida todos los días, señaló Estruch.
Indicó que entre la comunidad científica mundial hay consenso sobre los beneficios del consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza y el vino, pero sin sobrepasar ciertos límites (40 gramos al día en hombres y 20 gramos en mujeres).
Por otro lado, la profesora Ascensión Marcos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), presentó un estudio que indica que la cerveza tiene una sustancia, la prolactina, con propiedades antiinflamatorias.
Marcos explicó que la cerveza puede tener efectos contra alergias, la osteoporosis, soriasis u otras «patologías inflamatorias», según la investigación, en la que la cantidad era una lata diaria, para mujeres y dos para hombres.
En el estudio, se comprobó que tras esa ingesta moderada aumentan los linfocitos, unas células inmunológicas que ayudan a destruir microorganismos invasores, destruyen virus y responden a tejidos extraños, como los trasplantes.
España, que fabrica 30.7 millones de hectolitros de cerveza, es el tercer productor de la UE (por detrás de Alemania y el Reino Unido) y el noveno del mundo -el líder es China y el segundo Estados Unidos).