Esto puede ser una historia demasiado familiar para muchos. Te comprometes a realizar una rutina diaria de ejercicios y cuentas hasta la última caloría que se come. Sin embargo, pronto te encuentras comiendo pasteles en la oficina, sumado a otras comidas fuera de la rutina. Quizás lo mejor para bajar de peso rápidamente, en vez de optar por un cambio drástico, sea el realizar pequeños ajustes a nuestra vida.
Bajar de peso rápidamente
El primer consejo para bajar de peso rápidamente es estudiarte a ti. Para esto se debe anotar lo que se come durante una semana y esto te enseñara como perder peso rápidamente. Hay estudios que demostraron que quienes estudian lo que comen durante una semana y se adaptan a sus necesidades, logran consumir 15% menos calorías que quienes no toman nota de lo que comen. También los estudios señalan que las personas consumen cerca de 115 calorías extras por día de fin de semana, principalmente por consumo de comidas rápidas y alcohol.
Tras analizar cómo se come durante una semana, lo ideal es eliminar detalles como aliños, salsas, condimentos, bebidas y aperitivos, pequeños ajustes pueden hacer la diferencia entre el ganar y perder peso.
Cuida lo que bebes; En el desayuno puedes beber un jugo de naranja, pero durante el resto del día, debes centrar tus bebidas solo en agua o en jugos de frutas. Hay estudios lamentables que señalan que las personas suelen consumir cerca de 245 calorías extras cada día por beber gaseosas. Esto al año sumaria casi 90.000 calorías. Además las gaseosas comerciales no desencadenan una saciedad como alimento.
Mira una hora menos de televisión; Hay estudios que señalan que quienes más miran televisión, a menudo de forma inconsciente comen más al disfrutar de sus show favoritos. Podrías dejar de ver una hora menos de televisión cada día y dar un pequeño paseo para bajar de peso rápidamente.
Ayuda con el que hacer de la casa; el ayudar con las tareas de limpieza del hogar, son de los ejercicios que más calorías pueden ayudar a quemar sin agotarnos demasiado. Puedes limpiar el piso, lavar un par de ventanas, los azulejos del baño o el auto. Estas tareas queman alrededor de cuatro calorías por cada minuto de limpieza.
Espera a tener realmente hambre; Hay una gran cantidad de estudios que señalan que las personas actualmente comen por aburrimiento, nerviosismo, por costumbre o frustración. De hecho son muchos los que hemos olvidado realmente que es sentir hambre. Si tienes un anhelo por un alimento especifico, esto no es hambre, es simplemente un antojo. Para evitar comer de más, debes estudiar las situaciones y descubrir por ejemplo cuando comes por aburrimiento y solucionar esa causa, evitar estrés y otros factores.
Olfatea una banana, manzana o menta; Puedes pensar que es algo tonto, pero un estudio realizado a más de 3.000 voluntarios, logro demostrar que las personas a oler estos elementos presentaban menos hambre y por ende al comer menos bajaban de peso rápidamente. El estudio logro demostrar la teoría de que al oler la comida, el cerebro piensa que se está comiendo.
Caminar cinco minutos por lo menos cada dos horas; Si eres alguien que está atrapado en un escritorio todo el día el realizar una caminata de cinco minutos cada dos horas terminaría transformándose en un paseo cercano a los 20 minutos cada día.
Cambia tu guardarropa; Cuando se está perdiendo peso, es hora de lanzar lejos la ropa que se utilizó cuando se tenían kilos de más. La idea de este ejercicio es que al comprar ropa nueva, sentirás un fuerte incentivo para mantenerte en forma.
Comer frutos secos; Estudios han encontrado que las personas con sobrepeso que iniciaban algún tipo de dieta, y a esta le incluían almendras, lograron perder más peso en comparación con quienes no las comieron. Estas se pueden comer una o dos veces por día, así se evita el hambre y se aumenta el metabolismo.
Lávate los dientes después de cada comida; puede parecer algo muy simple, pero es aprovechado por muy pocas personas que buscan bajar de peso rápidamente. La frescura limpia que la boca obtiene tras el cepillado de los dientes, sirve como una señal para el cuerpo y el cerebro de que la hora de comer ha terminado.