Como bien sabemos, los arándanos significan mucho más que una fruta con exquisito sabor. La medicina natural ha destacado las propiedades del arándano en múltiples ocasiones, y es sabido que su consumo regular puede mejorar notablemente el funcionamiento de nuestro organismo, además de prevenir un sinnúmero de enfermedades.
Los argumentos a favor del consumo diario de arándanos se fortalecen con una investigación llevada a cabo recientemente por un equipo de investigadores franceses liderados por Aurelie Mauray, quienes han destacado el potencial de los arándanos para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores experimentaron con tres grupos de ratones a quienes se los alimentó de forma regular. A dos de los grupos, sin embargo, recibieron uno o dos extractos de arándano, para comprobar si éste producía algún efecto positivo en su sistema circulatorio.
Por otro lado, el cóctel de antioxidantes del arándano resulta útil para prevenir y tratar diversas afecciones:
- Anticancerígeno. Según estudios recientes, el extracto de los frutos rojos bloquea la acción de enzimas que estimulan el desarrollo del cáncer.
- Antiinflamatorio y antialérgico. El arándano rojo inhibe la liberación de histamina y mejora la acción de la vitamina C.
- Antiséptico urinario. Compuestos del arándano de propiedades antiadherentes impiden a las bacterias asentarse en las células epiteliares del tracto urinario, con lo que previenen la infección. También acidifican la orina y evitan la proliferación de patógenos y la formación de cálculos de fosfato cálcico.
- Protector bucal. El jugo de arándanos revierte e inhibe la agrupación de ciertas bacterias responsables de la placa dental y la enfermedad periodontal.
- Efecto hipoglucémico. La mirtilina aporta un ligero efecto hipoglucémico útil en dietas para diabéticos.
- Preserva la vista. Al mejorar la microcirculación ocular y los niveles de oxígeno y energía en los tejidos del ojo, se retrasa o evita la degeneración macular, las cataratas y las retinopatías diabéticas.
- Protección cardiovascular. Estabiliza el colágeno vascular, facilita la vasodilatación e impide la agregación plaquetaria, lo que reduce el riesgo cardiaco.
Cómo tomarlo
Los arándanos se pueden consumir frescos, en jugo o desecados. También se encuentran como complemento dietético en forma de extracto líquido o seco (cápsulas de 500-600 mg). En caso de infección, se toman dos cápsulas o 10 ml tres veces al día antes de las comidas durante una semana. La dosis preventiva o de mantenimiento oscila entre 500 y 1.500 mg diarios de extracto seco.