Las flemas o mucosidades que se liberan con la tos, pueden producirse después de un resfriado, pero muchas personas las presentan frecuentemente, lo que puede asociarse a una alergia, o verse incrementada con algunos alimentos.
Hoy te contaremos cuáles alimentos debes consumir para disminuir las flemas, así como cuáles son los alimentos que aumentan su producción.
Pescado y frutos secos: contienen muchos nutrientes, como el zinc, que te puede ayudar a mantener en buen estado tu sistema inmune. Además, los ácidos grasos omega-3, que aportan los pescados, ayudan a disminuir la inflamación de la garganta y las flemas.
las hierbas naturales como el romero, el tomillo, la menta, el eucalipto… son algunas de las plantas que utilizadas en vahos nos ayudarán a abrir las fosas nasales y aliviarlas de la mucosidad. También se pueden tomar en infusión ayudándonos desde dentro a acabar con la inflamación de las vías respiratorias.
Usar eucalipto. Los productos de eucalipto se han usado para calmar la tos y reducir la mucosidad durante años. Usualmente se aplican directamente al pecho. Unas cuantas gotas de aceite de eucalipto también pueden agregarse a un difusor o a un baño caliente para ayudar a despejar la nariz.
Jengibre y canela. El jengibre es un alimento efectivo para reducir las infecciones de la garganta y de las vías respiratorias debido a sus propiedades antibacterianas. Se ha venido utilizando desde siempre para tratar el catarro.
Utilizar un humidificador. La humedad del humidificador puede hacer que la mucosidad se haga más fina y, por lo tanto, más fácil de expulsar. No olvides encender el humidificador durante la noche. También se puede añadir al agua aceite de eucalipto.
¿Qué alimentos evitar?
Los alimentos procesados, que contienen aditivos y preservantes pueden incrementar la mucosidad que produces, por lo que debes comer alimentos más naturales.
Si tienes alergia a algún alimento en particular es importante que puedas saber cuál es (consultando con tu médico), ya que las alergias producen mayor secreción de mucosidad, y más flemas que necesitas expulsar.
También se ha asociado en gran medida el consumo de leche con la producción de flemas, ya sea por una alergia a la leche, o también porque ayuda a espesar la mucosidad, lo que produciría más irritación en la garganta y más molestias.