Los huevos son un alimento básico en nuestra dieta, aunque, muchas veces los evitamos, llevados por creencias erróneas sobre los mismos y mitos. Por eso, hoy vamos a romper con algunos de los mitos más conocidos, de forma que tengas mejor compresión de lo que estás comiendo, ¡presta mucha atención!
Primero que nada debemos tener en cuenta que el huevo es un alimento con multitud de propiedades beneficiosas y nutrientes indispensables. El mismo se destaca por su contenido en proteínas, las cuales son de alto nivel biológico, y también por sus vitaminas y minerales. Además, a diferencia de lo que puede pensarse, se trata de un alimento que nos ayuda a evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares y la progresión de enfermedades degenerativas, como la diabetes, las cataratas o el cáncer.
El primer mito que romperemos es que los huevos aportan mucho colesterol, si bien es cierto que los valores son altos, entre 215 y 220, también es cierto que el huevo contiene lecitina, que en definitiva interviene en su absorción, de forma que este colesterol finalmente tiene poco efecto sobre los niveles finales de colesterol en sangre.
Por último, también se dice que los huevos engordan mucho, los mismos aportan en torno a las 150 calorías y la mayor parte se encuentra en su yema. Es por esta razón que las personas con sobrepeso y obesidad deben consumir solamente la clara que solamente contiene 16 calorías. Debemos recordar que los huevos son una parte fundamental de nuestra dieta por su valor nutricional y no podemos pasarlos por alto.
SABIAS QUE ?….El huevo es una apreciable fuente de vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la Cantidad Diaria Recomendada -CDR-), vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), cinc (20%) y selenio (18,2%). Ello hace del huevo un alimento nutricionalmente denso, rico en componentes nutritivos y con muy pocas calorías.
SABIAS QUE?…Los huevos se pueden cocinar en agua con cáscara o sin cáscara. En el grupo de los primeros encontramos los huevos pasados por agua: se pone el huevo en agua hirviendo sólo por 3 minutos. Se sirve en un porta huevo. También está el huevo mollet, que es el mismo procedimiento anterior pero se cocina por 5 minutos. Por último el huevo duro, que se cocina por 12 minutos
Te ofrecemos tips para evitar su mal olor: una vez que esté listo, se coloca en un recipiente de agua con hielo; cuando ya esté a una temperatura ambiente se pela; luego, “una vez que este esté bien frío, se coloca en el taper”, con este consejo evitaremos que el huevo duro emane un olor tan fuerte en la lonchera.
Cómo elegir un huevo fresco. Lo primero que puede verse es que la cáscara sea opaca, si es brillante lo mejor es descartarlo. Los huevos deben conservarse en la heladera. Y, por último, siempre antes de utilizarlos hay que romperlos en un recipiente aparte para corroborar su frescura
Esto es lo que teníamos para compartir, esperamos te sea de gran utilidad, ¡suerte!