¿La idea era comer tan sólo una porción y te terminaste comiendo todo el pastel? Oh, no… ¡La dieta está en problemas! Es que por más que intentemos cuidar la línea hay muchas razones que nos pueden conducir a comer excesivamente: porque en casa alguien se luce con recetas deliciosas que ameritan una repetición como mínimo, porque somos glotones, porque estamos deprimidos y necesitamos algo rico para levantar el ánimo, porque estamos aburridos y no encontramos cosa mejor que abrir la nevera… En fin, puede haber miles de motivos o "excusas" para comer y comer.
Sea cual sea la razón que nos lleve a pasarnos con las comidas, está claro que comer de más es causa directa del sobrepeso, así que si quieres cuidar tu salud y tu figura, y se te hace muy complicado poner un freno cuando la comida te tienta, te recomiendo leer los siguientes trucos para evitar comer de más.
Cómo dejar de comer excesivamente
Un toque de menta
¿Sabías que el sabor a menta es supresor natural del apetito? Esto significa que comer un caramelo o una goma de mascar de menta, hacerse un enjuague bucal o beber una taza de té o bebidas con hojas de menta alcanza para darle a nuestro organismo la señal de stop y no verse tentado a comer de más.
Levantarse de la mesa
Si permaneces varios minutos sentado en la mesa después de haber terminado de comer es fácil caer en la tentación de servirnos una porción más en el plato, sobre todo si tenemos la costumbre de llevarnos la fuente de comida hasta allí. Por ello, otro truco para evitar comer de más es levantarse inmediatamente después de haber comido lo que consideramos necesario. Lo ideal es terminar de comer e ir a la cocina a lavar el plato enseguida.
Un poquito de dulce
Para evitar comer algo dulce, muchas personas que están a dieta comen una, dos, tres, cuatro, cinco (y así sucesivamente hasta sumar unas cuantas más) galletas, por ejemplo, para satisfacer su apetito. ¡Y esto puede ser peor! Porque al fin y al cabo terminas comiendo más de lo que hubieras comido con una pequeña porción de pastel.
A veces tan solo una cucharada de un dulce puede determinar el final de una comida, aunque, claro, debemos procurar que se trate de un dulce lo más saludable posible. Lo ideal es recurrir al sabor dulzón natural de algunas frutas que, además, son alimentos nutritivos y sanos que nos ayudan a llenarnos más rápido: por ejemplo, una porción de sandía, un puñado de arándanos o moras, granadas, etc.
Fijar una actividad
El aburrimiento o el no tener nada que hacer muchas veces nos llevan a comer de más, ¿verdad? ¡A quién no le ha pasado! Pues, entonces, ¡ocupemos nuestras cabezas! Fijemos alguna actividad que nos mantenga concentrados en aquellos momentos donde suelen darse los “ataques de hambre”: estudiar, ir a clase, salir a hacer ejercicio, llamar a un amigo, etc.
El simple hecho de tener algo que hacer luego de comer impedirá que nos quedemos sentados innecesariamente en la mesa y nos mantendrá ocupados en aquellos momentos del hambre entre comidas.
¿Viste qué fácil puede ser evitar los ataques de apetito? Pon alguno de estos trucos en práctica y verás que, a la larga, comes menos. ¡Seguro notarás el cambio en la balanza! Mientras tanto te recomiendo complementar estos consejos con nuestro artículo cómo hacer para comer menos.