Hoy vamos a terminar con la serie de notas que habíamos comenzado este fin de semana, estuvimos hablando sobre la provitamina A, la cual es fundamental para el cuidado de nuestra salud. Ya vimos las causas, síntomas y problemas que esto nos trae, ahora queremos continuar con el tema, aunque en este caso te hablamos sobre los tratamientos y métodos de prevención, de forma que nunca tengamos que enfrentar este problema.
La carencia alimentaria de vitamina A afecta frecuentemente y de manera importante a los ojos y puede llevar a la ceguera. La xeroftalmía, que significa sequedad de los ojos (de la palabra griega xeros que significa seco), es el término que se utiliza para incluir las manifestaciones oculares resultantes de la falta de vitamina A. La carencia de vitamina A tiene además un papel en varios cuadros clínicos no relacionados con los ojos, y puede contribuir a aumentar la tasa de mortalidad infantil, sobre todo en niños con sarampión. Se ha demostrado que animales de laboratorio con dietas carentes de vitamina A pueden influir en la presencia de infecciones agudas. Aparte del ojo, la carencia de vitamina A también afecta adversamente las superficies epiteliales, y se asocia con un aumento en la incidencia de ciertos tipos de cáncer, incluso el cáncer de colon. Las manifestaciones oftálmicas graves de la carencia de vitamina A producen destrucción de la córnea y ceguera, y se observan principalmente en niños de corta edad . Esta enfermedad algunas veces se denomina queratomalacia.
Hasta hace poco, la falta de vitamina A era una carencia relativamente descuidada, quizá por los siguientes cuatro motivos:
- los esfuerzos de salud pública y nutrición se concentraban en el control de la malnutrición proteinoenergética (MPE), con la cual se asocia la carencia de vitamina A, y que es la forma más importante de malnutrición en los países no industrializados;
- donde predominaba la xeroftalmía había pocos oftalmólogos o trabajadores de salud que pudiesen diagnosticar correctamente la enfermedad;
- la enfermedad ataca a niños pequeños que mantienen los párpados cerrados por períodos largos, o los padres no la perciben y buscan atención médica demasiado tarde, cuando la córnea está irreversiblemente dañada;
- debido a que las tasas de mortalidad de la xeroftalmía avanzada son altas, relativamente pocos niños ciegos sobreviven en la comunidad, lo que reduce la importancia social y visualización del problema.
La cantidad diaria recomendada (VD) de vitamina A para adultos es de 5.000 unidades internacionales (UI) y de 3.000 UI para los niños. Los requisitos aumentan durante la enfermedad y disminuyen con el uso de anticonceptivos orales. Las dosis excesivas, tomadas regularmente y durante períodos cortos puede provocar ictericia, náuseas, pérdida del apetito, irritabilidad, vómitos, e incluso la pérdida del cabello.
El mejor tratamiento por el que podemos optar es por supuesto, tener una dieta que sea rica en vitamina A, la misma puede encontrarse fácilmente en proteínas de origen animal, como el hígado, leche y lácteos. Debemos tener en cuenta además, que el cuerpo la absorbe a través del caroteno, que se encuentra en fuentes de origen vegetal, como los vegetales de color verde oscuro, y en las frutas y verduras de color amarillo y naranja.
Por otro lado, también podemos optar por alimentos fortificados, estos ayudan a mejorar la calidad de los alimentos, como aceite para cocinar, margarina, azúcar, cereales, leche y leche en polvo. O por último, podemos adquirirla a través de medicamentos via oral e inyectable.
Suministro adecuado de vitamina A es especialmente importante para las mujeres embarazadas y lactantes, puesto que las deficiencias no pueden ser compensados por la suplementación postnatal .. Sin embargo, el exceso de vitamina A, especialmente a través de suplementos de vitamina A, puede causar defectos de nacimiento y no debe superar los valores diarios recomendados.
Vitamina A en alimentos vegetales
La vitamina A en los alimentos vegetales la podemos encontrar en mayores cantidades en el pimentón, pimiento rojo, cayena, el chili en polvo, las patatas dulces o batatas, las zanahorias, las verduras de hojas verdes, la calabaza, las hierbas secas, la lechuga, los albaricoques secos y el melón.
Las verduras de hojas verdes son crujientes, frescas y deliciosas. Se pueden comer en ensalada o cocidas al vapor como guarnición. En estas verduras también encontramos un extra de calcio. Entre las verduras de hoja verde podemos destacar la col, los nabos, las hojas de mostaza, el diente de león, las espinacas y las acelgas.
Las hierbas secas son buenas fuentes de vitaminas, por lo que es un hábito agregarlas a las comidas diarias. Algunas de las hierbas secas con más vitamina A son el perejil seco, la albahaca seca, la mejorana seca, el eneldo y el orégano.
El tipo de lechuga es importante cuando se trata de su contenido en vitamina A. Las lechugas de colores oscuros proporcionan la mayoría de la vitamina A. Las lechugas con hojas de color rojo y verde proporciona mucha vitamina A. La lechuga iceberg también es una buena fuente de vitamina A.
Otros alimentos vegetales ricos en vitamina A también son la papaya, el mango, los guisantes, los tomates, los melocotones, los pimientos rojos y la harina de avena.
Está claro que los alimentos vegetales no son fuentes tan ricas de vitamina A como los alimentos de origen animal. Pero igualmente, son una buena opción para las personas que no quieren o no pueden comer alimentos de origen animal.