Para empezar es necesario aclarar que existen varios tipos de dieta vegetariana. Lo primero que uno piensa al oír esta palabra es que se trata de personas que sólo comen verduras y hortalizas, en definitiva alimentos que tengan un origen vegetal.
No es así del todo. Hay tipos de dietas vegetarianas que incluyen productos de origen animal como los huevos o la leche. Pero en este caso vamos a hablar de lo que sería la dieta vegetariana estricta, únicamente basada en productos vegetales.
Como casi todo en la vida, ser vegetariano tiene un lado bueno y otro que no lo es tanto. Entre las ventajas encontramos el bajo aporte de grasas saturadas que contienen los productos de origen animal, la gran cantidad de fibra consumida, su poder cardioprotector y el control de la obesidad. Pero claro, no es oro todo lo que reluce.
Ser vegetariano no necesariamente ha de ser sinónimo de saludable pues podemos comer todo el día fideos y patatas, pero no estamos incluyendo minerales y vitaminas en nuestra dieta por lo que su efecto saludable se vería muy limitado.
Una dieta vegetariana puede reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas por la menor ingesta de grasa saturada y colesterol y la mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, productos derivados de la soja, fibra y fitoquímicos.
Algunos expertos señalan que tener una dieta vegetariana o vegana por muchos años puede ser perjudicial para la salud. Recomiendan es al menos tener ciertos periodos en donde se disminuya el consumo de alimentos de origen animal, para que el organismo cumpla correctamente sus funciones.
El alto contenido en fibra de la dieta vegetariana impide la absorción de otros minerales importantes para la salud en general.
los vegetarianos que preparan la mayoría de sus propias comidas pueden estar en riesgo de deficiencia de yodo. Este mineral está presente en todos los alimentos de origen marino, como el pescado, el marisco, las algas y la sal marina, y es esencial en la regulación de las hormonas de la tiroides, el metabolismo, el crecimiento y la función de órganos.
Vitamina B12, Esta vitamina la puedes recibir de la carne, y solo de esta. Es por ello que convertirse en una persona vegetariana trae algunas consecuencias de las cuales no estabas enterada. Esta vitamina es esencial, y la ausencia de esta puede traer consecuencias muy graves, como por ejemplo, dañar los nervios, falta de energía y problemas de osteoporosis.
Concretamente, la vitamina B12 (o cobalamina) ha sido objeto de numerosas investigaciones por los síntomas neuropsiquiátricos asociados a su déficit. Este micronutriente es una vitamina hidrosoluble producida por bacterias anaerobias que se obtiene a través de la dieta al consumir alimentos de origen animal (carnes, pescados, huevos, leches y derivados)[6].
lo ideal es reemplazar esa proteína animal por una proteína vegetal, incluir las verduras, las semillas, las nueces u otras fuentes de grasas de excelente calidad.
Entre las desventajas se encuentra el déficit que puede sufrirse por la carencia devitaminaB12 que se obtiene únicamente de los productos cárnicos. Para paliar esto los vegetarianos deben recurrir a suplementos vitamínicos.
Igualmente pasaría con el Omega-3 tan presente en el pescado. Las proteínas son esenciales para el organismo así como los carbohidratos por lo que habrá que consumir por ejemplo, suficientes legumbres y cereales para poder aportar al organismo las proteínas y carbohidratos que necesita de forma vital.
En definitiva, ser vegetariano o no, en la mayoría de los casos es una elección personal, si bien en algunos casos es una obligación pues se pueden padecer alergias que impidan la ingesta de productos de origen animal.
Lo que sí ha de tenerse en cuenta es que hay que prestar mucha atención a la alimentación para poder mantener nuestro organismo bien dotado de todas los elementos que precisa para funcionar correctamente pues lo que no ingerimos de forma natural habrá que consumirlo de forma artificial.