En algunos casos la familia se convierte en un lugar de riesgo de maltrato, ya sea por abuso o negligencia.
Hay más probabilidades de abuso físico cuando el niño es muy activo, no para quieto y hace que se pierdan los papeles; mientras que hay más probabilidades de negligencia, es decir, de abandono cuando el niño es muy poco activo, no pide nada, no molesta, no llora?
Según los estudios hay más probabilidades cuando los padres son inmaduros, esto suele estar relacionado con la edad aunque no se puede generalizar.
El haber sufrido malos tratos en la infancia también aumenta la probabilidad de provocarlos en la edad adulta.
Muchos padres consiguen romper con esta pauta reconociendo el maltrato que han sufrido, estableciendo relaciones sanas de apego y en la edad adulta una relación afectiva segura. En muchos casos es necesaria la intervención terapéutica para poder romper con ello.
Hay factores como el desequilibrio emocional, la drogodependencia y las escasas habilidades de afrontamiento que a su vez aumentan los riesgos de maltrato.
Muchos padres y madres interpretan mal la actitud de sus hijos, piensan que hacen las cosas para cabrearles, no entienden las señales emocionales que indica el niño y lo atribuyen erróneamente, entonces uno pierde los papeles con demasiada facilidad.
Los niños no son malos, puede que a veces se porten mal pero es distinto ser que actuar.
De la misma manera un padre no nace sabiendo cómo deben de actuar, por eso es necesario apoyarnos en otros padres o en psicólogos que nos puedan ayudar a manejar nuestros conflictos.
El maltrato infantil se define como todo comportamiento o discurso adulto que transgreda los Derechos del Niño(5). Dentro de los tipos de maltrato se encuentra:
El abuso sexual, definido como cualquier tipo de actividad sexual con un niño o niña en la cual el agresor está en una posición de poder y el niño se ve involucrado en actos sexuales que no es capaz de comprender o detener.
El maltrato físico, es toda acción no accidental, por parte de un adulto, que provoque daño físico, lesión o enfermedad en el niño (es siempre activo).
El maltrato emocional, que se expresa por medio de insultos, críticas permanentes, ridiculizaciones, rechazo, amenazas, constantes bloqueos de las iniciativas de los niños.
Abandono – negligencia, se refiere a situaciones en que los padres o cuidadores, estando en condiciones de hacerlo, no dan el cuidado y protección que los niños necesitan para su desarrollo.
Magnitud del problema
El maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que pueden durar toda la vida. No hay estimaciones fiables de la prevalencia mundial del maltrato infantil, pues no hay datos acerca de la situación existente en muchos países, especialmente los de ingresos bajos y medianos.
El maltrato infantil es complejo y su estudio resulta difícil. Las estimaciones actuales son muy variables, dependiendo del país y del método de investigación utilizado. Dichas estimaciones dependen de:
- las definiciones de maltrato infantil utilizadas;
- el tipo de maltrato infantil estudiado;
- la cobertura y la calidad de las estadísticas oficiales;
- la cobertura y la calidad de las encuestas basadas en los informes de las propias víctimas, los padres o los cuidadores.
De cualquier modo, los estudios internacionales revelan que aproximadamente un 20% de las mujeres y un 5 a 10% de los hombres manifiestan haber sufrido abusos sexuales en la infancia, mientras que un 25 a 50% de los niños de ambos sexos refieren maltratos físicos. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención.
Se calcula que cada año mueren por homicidio 31 000 menores de 15 años. Esta cifra subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuyen erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas.
En situaciones de conflicto armado y entre los refugiados, las niñas son especialmente vulnerables a la violencia, explotación y abusos sexuales por parte de los combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad, trabajadores de la asistencia humanitaria y otros.
Consecuencias del maltrato
El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:
- actos de violencia (como víctimas o perpetradores);
- depresión;
- consumo de tabaco;
- obesidad;
- comportamientos sexuales de alto riesgo;
- embarazos no deseados;
- consumo indebido de alcohol y drogas.
A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.
Más allá de sus consecuencias sanitarias y sociales, el maltrato infantil tiene un impacto económico que abarca los costos de la hospitalización, de los tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la infancia y los costos sanitarios a largo plazo.
Factores de riesgo
Se han identificado varios factores de riesgo de maltrato infantil. Aunque no están presentes en todos los contextos sociales y culturales, dan una visión general que permite comprender las causas del maltrato infantil.
Factores del niño
No hay que olvidar que los niños son las víctimas y que nunca se les podrá culpar del maltrato. No obstante, hay una serie de características del niño que pueden aumentar la probabilidad de que sea maltratado:
- la edad inferior a 4 años y la adolescencia;
- el hecho de no ser deseados o de no cumplir las expectativas de los padres;
- el hecho de tener necesidades especiales, llorar mucho o tener rasgos físicos anormales.
Factores de los padres o cuidadores
Hay varias características de los padres o cuidadores que pueden incrementar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas:
- las dificultades para establecer vínculos afectivos con el recién nacido;
- el hecho de no cuidar al niño;
- los antecedentes personales de maltrato infantil;
- la falta de conocimientos o las expectativas no realistas sobre el desarrollo infantil;
- el consumo indebido de alcohol o drogas, en especial durante la gestación;
- la participación en actividades delictivas;
- las dificultades económicas.
Tenemos que parar esto¡¡