El contar con una piel reseca es algo relativamente común para ciertas personas, especialmente en épocas como el invierno.
Debido al aire frío y seco, la piel puede verse afectada más fácilmente, pero los factores vinculados con el clima no son los únicos que afectan a la salud de la piel, por ejemplo, el contar con deficiencias nutricionales, una predisposición genética y el envejecimiento natural, también cobraran un peaje en nuestra piel.
Pero como siempre, no todo está perdido, hay una serie de remedios para piel reseca que podemos generar en la comodidad de nuestra casa.
Mientras que es cierto que existen muchas lociones y cremas hidratantes las cuales podemos encontrar en el mercado, para quienes tienen una piel reseca, lo mejor siempre es ir por productos naturales, esto por sobre productos comerciales, los cuales muchas veces, solo aumentaran el daño en nuestra piel.
Remedios para piel reseca en casa
Aceite de oliva:
El primero de los remedios para piel reseca es un aceite ideal para hidratar la piel. El aceite de oliva se encuentra en esta lista porque contiene muchos antioxidantes, además de ácidos grasos saludables que destacan por ser buenos para nuestra bella piel.
Como un remedio casero, se debe aplicar una capa bastante fina de aceite de oliva extra virgen, una vez que la piel se encuentre limpia. Dejaremos el aceite en nuestra piel por 30 minutos, para luego tomar una ducha. Podemos frotar suavemente el aceite de oliva en nuestra manos, piernas, rostro y en general en todas las zonas de la piel con una textura seca. Tras tomar una ducha, se recomienda aplicar una crema hidratante.
Pero las anteriores instrucciones no son la única manera de usar el aceite de oliva contra la piel reseca, ya que podemos mezclar el aceite de oliva con un poco de miel y un poco de azúcar fina, esto para generar un exfoliante casero para el rostro. Si aplicamos este exfoliante, será importante aplicarlo sobre la piel de manera suave y con movimiento circulares por cerca de 6 minutos. Posteriormente enjuagaremos con agua tibia.
Miel:
Si vamos a hablar de remedios para piel reseca, no podemos dejar de lado a un producto que en general es un gran remedio para cualquier tipo de piel, es decir, se recomienda para quienes tienen una piel grasosa, hasta para quienes tienen una piel muy seca. Todos los beneficios a la piel vinculados con la miel se deben a que este producto es considerado como uno de los mejores humectantes naturales, el cual cuenta con propiedades antioxidantes, humectantes y puede eliminar microbios.
Si tenemos una piel seca
el uso de la miel deberá ser antes de tomar un baño, en donde frotaremos la miel en todas las zonas en donde se tenga una piel seca. Dejaremos actuar por 10 minutos. Posterior a ese tiempo, limpiamos nuestro cuerpo con agua tibia. Este es un tratamiento que se puede aplicar todos los días para disfrutar de una piel humectada.
Otra manera de hidratar la piel con miel, es mezclando en partes iguales un poco de miel, junto con aceite de oliva y cera de abejas. Es importante derretir esta mezcla a fuego lento. Cuando la mezcla quede con una consistencia liquida, debemos esperar a que se enfrié un poco y aplicaremos en todo el cuerpo, en donde se dejara por no más de 10 minutos, para luego tomar un baño. Este tipo de tratamiento se recomienda aplicar cada tres días.
Aceite de coco:
Este tipo de aceite no puede faltar si hablamos de remedios para piel reseca, después de todo, cuenta con ácidos grasos que compensaran cualquier pérdida de humedad en nuestra piel.
Como un remedio, se recomienda aplicar aceite de coco tibio por todo nuestro cuerpo antes de irnos a dormir. Este aceite deberá ser retirado durante la mañana. Al hacer este tratamiento todos los días, se lograra tener una piel suave y lisa.
En el caso de que solo busquemos mejorar la calidad de la piel de nuestro rostro y manos, se puede aplicar el aceite de coco sobre nuestra piel después de que tomemos una ducha con agua tibia.
Es importante que cuando nuestra piel se encuentre con una temperatura alta producto del baño, se aplique el aceite de coco, ya que con el cuerpo caliente, el aceite será absorbido más fácilmente. Este tratamiento se puede hacer todos los días.
Hidratación interna:
Beber suficiente agua: Mantenerse bien hidratado ayuda a mejorar la hidratación de la piel desde adentro. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día.
Cuidado en la ducha:
Evitar el agua caliente: El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, así que opta por duchas con agua tibia y evita permanecer mucho tiempo en la ducha.
Usar jabones suaves: Elije jabones suaves, sin fragancias ni productos químicos agresivos que puedan resecar aún más la piel.
Aplicación de humectantes:
Aceites naturales: Utiliza aceites naturales como aceite de coco, aceite de jojoba o aceite de almendras después de la ducha para retener la humedad en la piel.
Cremas humectantes: Opta por cremas con ingredientes como ácido hialurónico, glicerina, manteca de karité o urea, que ayudan a mantener la hidratación de la piel.
Exfoliación suave:
Realizar exfoliaciones suaves una vez por semana puede eliminar las células muertas y permitir que los humectantes penetren mejor en la piel, pero evita exfoliantes abrasivos que puedan irritar más la piel.
Uso de mascarillas hidratantes:
Aplicar mascarillas faciales o corporales hidratantes una o dos veces por semana puede proporcionar un impulso adicional de hidratación a la piel.
Protección solar:
Aunque parezca contraintuitivo, el uso de protector solar es esencial para prevenir el daño solar y mantener la piel sana e hidratada.
Alimentación balanceada:
Una dieta rica en ácidos grasos omega-3, vitaminas A, C y E puede contribuir a la salud de la piel. Incorpora alimentos como pescado, frutos secos, frutas y verduras.
Consultar a un dermatólogo:
Si la sequedad persiste o empeora, es recomendable consultar a un dermatólogo para determinar si existe una condición subyacente que requiera tratamiento médico específico.