Sí, ramen se llaman esos fideos largos que come Naruto tan a gusto y que seguramente conocerás si tienes hijos a los que les guste la serie, sean de la edad que sean (pues esto nos gusta a niños y a no tan niños). El problema es que como madre te preocupará lo que comen tus hijos, por eso, hoy vamos a conocer el ramen un poco más de cerca y vamos a darle un toque casero que aportará más nutrientes al plato.
El ramen es una receta tradicional japonesa y se elabora desde hace años y años. Es por eso que me gustaría pedir disculpas a toda persona japonesa que me esté leyendo, porque probablemente me estaré cargando la receta que de forma tradicional han realizado ellos (o sus abuelas) y que ha pasado de generación en generación.
Dicho esto os explico que el ramen podréis encontrarlo en botecitos para hacer de forma instantánea (añadir agua hirviendo y listo) o en paquetitos, que también se hacen añadiéndole el agua hirviendo, pero en este caso necesitas hacerlo en un cazo o algo por el estilo.
En mi caso utilizo el paquetito, que contiene los fideos deshidratados y un par de sobrecitos con polvos (en plan especias). Según el que compréis puede contener diferentes cosas, aunque el polvito siempre está, pero hay algunos que también incluyen verduras deshidratadas o una especie de aceite. Los podréis encontrar de diferentes sabores, todo depende de la variedad que contengan en la tienda donde los compréis.
Como veis las instrucciones del paquetito son sencillas, no es necesario ni que entendáis lo que está escrito, con los dibujitos basta: hervir agua, añadir los fideos, los sobrecitos y servir.
**Para quienes no consumáis algún tipo de alimento os sugiero leeros la lista de ingredientes para asegurar que no lo contiene.
Esta sería la forma rápida de prepararlos, pero como hemos dicho antes, vamos a aportarle un toque casero y a añadirle algunos nutrientes más.
Grado de dificultad: Muy fácil
Tiempo de preparación: 10 minutos
Ingredientes para cada paquete de ramen:
- Un trozo de cebolla
- Media cucharada de aceite de oliva
- Un huevo
Elaboración:
Corta el trozo de cebolla en trozos pequeñitos. En un cazo calienta la media cucharada de aceite de oliva y añade la cebolla, dejando que se poche a fuego lento. Una vez lista añade el agua que te indiquen en el paquetito, en mi caso unos 300-400 ml.
Cuando el agua comience a hervir añade los fideos. Yo los parto en varios trozos para que luego sea más fácil comerlos (son un poco largos). Añade luego el contenido de los sobrecitos y mezcla bien. Por último, añade el huevo y cubre hasta que se haga. Es importante que esté el fuego bajo para que no te quedes sin agua.
Otra opción es ayudarte de una cuchara para ir echándole el agua caliente por encima al huevo hasta que se haga (es la mejor opción si temes quedarte con el ramen seco).
Y ya está listo nuestro ramen con toque casero. A mí me gusta el picante, por eso le añadí una pizca de pimentón fuerte (paprika) al huevo, pero si van a comer niños o no os gusta el picante no lo recomiendo.
A la hora de servir?
En lugar de usar un plato hondo sírvelo en un bol. Si además puedes conseguirte unos palillos ¡mucho mejor!. Pero es importante saber manejarlos?
Sugerencias sobre la receta:
Puedes variar los ingredientes según el gusto de cada uno y del sabor que hayas elegido el ramen. Por ejemplo, este era de pollo y se le podrían haber añadido unos guisantes, trocitos de zanahoria, setas, pollo en taquitos pequeños, etc? Si lo escoges de gambas, por ejemplo, unas gambitas pequeñas le quedarían genial.
Lo mejor?
- Podrás hacer infinitas variedades diferentes porque aceptan casi cualquier ingrediente.
- Es una buena opción a la hora de intentar que los niños coman alimentos que normalmente no quieren, como verduras, por ejemplo.