¿Qué es la reflexología?

La reflexología es la terapia de tratamiento basada en el principio de que hay zonas reflejas en pies y manos, que se corresponden con todas las glándulas, órganos y partes del cuerpo. Es una técnica oriental milenaria que ayuda a equilibrar el nivel energético corporal, estimulando el propio mecanismo de autocuración del cuerpo.

Cada pie tiene más de 7.000 terminales nerviosas, las cuales constituyen las zonas reflejas más importantes de nuestro cuerpo. De esta manera, en la planta del pie se establecen verdaderos mapas que contienen una representación de todo el organismo. Cuando algún órgano de nuestro cuerpo no funciona bien, en las terminaciones nerviosas de los pies que corresponden a esos órganos, se forman pequeños gránulos (es decir, depósitos cristalinos de ácido úrico y calcio), que no permiten que la energía fluya adecuadamente por las terminales.

La reflexología se realiza mediante presión profunda, pero delicada. Por medio de ese masaje y esa leve presión en los pies, podemos determinar si hay alguna anomalía en el cuerpo físico o se usaría solamente como un masaje de relajamiento. Uno de los grandes beneficios de la reflexología es la reducción del stress. Se sabe que el 80 % de las complicaciones están relacionadas con el desequilibrio emocional y la tensión nerviosa. Además de actuar sobre un síntoma determinado o aliviar el dolor, también puede mejorar la circulación corporal, favorecer la eliminación de los desechos y las toxinas y estimular la energía del organismo a fin de evitar nuevos desequilibrios.

La reflexología es importante recalcar que tiene una alta efectividad cuando se utiliza de manera preventiva. En el otro extremo, frente a enfermedades crónicas o muy avanzadas (por ejemplo, el cáncer), la reflexología sirve principalmente para mejorar la calidad de vida del paciente, mitigando el dolor y vitalizando a la persona.

¿Cómo actúa la Reflexología?

Nuestro organismo está cruzado por una extensa red nerviosa, la cual une los diversos órganos con las llamadas Zonas Reflejas que están en distintas partes del cuerpo.

Al estimular dichas zonas mediante presiones, estaremos enviando un mensaje electroquímico a través del sistema nervioso, y que llegará a algún órgano específico, estimulándolo, lo cual promoverá su irrigación y equilibrio (homeostasis).

Al trabajar el conjunto de órganos y sistemas, se liberan los canales de energía (canales que también se utilizan en terapias como la acupuntura), y con ello estaremos restableciendo la capacidad autosanadora que todos tenemos.

En particular, cada pie tiene más de 7.000 terminales nerviosas, las cuales constituyen las zonas reflejas más importantes de nuestro cuerpo. De esta manera, en la planta del pie se establecen verdaderos mapas que contienen una representación de todo el organismo.

Es importante recalcar que la Terapia Reflexológica tiene una alta efectividad cuando se utiliza de manera preventiva, constituyendo una actividad a la cual se puede recurrir con regularidad sin estar enfermo, pudiéndose sumar a otras conductas saludables como son la práctica deportiva o una dieta equilibrada.

En el otro extremo, frente a enfermedades crónicas o muy avanzadas (por ejemplo, el cáncer), la Reflexología sirve principalmente para mejorar la calidad de vida del paciente, mitigando el dolor y vitalizando a la persona.

Una Sesión dura entre una hora y una hora 20 minutos. En casos especiales (por ejemplo, niños pequeños o personas muy ancianas), la duración es menor.

Durante la primera sesión se realiza una entrevista previa, mediante la cual se establece la mejor forma de enfrentar la terapia. Es necesario consignar la importancia de dicha entrevista, pues la Reflexología NO ES UN MÉTODO DE DIAGNÓSTICO, por lo tanto el tratamiento será en base a lo que el paciente exprese.

Un Tratamiento consta de varias sesiones, cuyo número y periodicidad son sugeridos por el terapeuta.