La reflexología facial es una técnica terapéutica que se basa en la creencia de que hay puntos específicos en la cara que corresponden a diferentes partes del cuerpo. La estimulación de estos puntos puede ayudar a aliviar el estrés, mejorar la circulación sanguínea y promover el equilibrio y la armonía en el cuerpo.
La reflexología facial es una variante de la reflexología, que es una práctica antigua que se remonta a la antigua China y Egipto. La reflexología se basa en la teoría de que hay puntos reflejos en los pies, las manos y las orejas que están conectados con diferentes partes del cuerpo. Al estimular estos puntos, se puede ayudar a aliviar el dolor, reducir el estrés y mejorar la salud en general.
En la reflexología facial, se utilizan técnicas manuales para estimular los puntos reflejos en la cara. Estas técnicas pueden incluir masajes, presión, fricción y manipulación suave de los puntos específicos. Los terapeutas de reflexología facial a menudo combinan estas técnicas con la aplicación de aceites esenciales y otros remedios naturales para mejorar los efectos de la terapia.
La reflexología facial se utiliza para tratar una variedad de afecciones, incluyendo dolores de cabeza, dolor de mandíbula, problemas digestivos, problemas respiratorios, trastornos del sueño, estrés y ansiedad. También se puede utilizar para mejorar la apariencia de la piel y reducir los signos de envejecimiento.
En nuestro rostro tenemos más de 500 puntos que están interconectados con todo el cuerpo. La reflexología facial es una terapia introducida por Lore Sorensen y que se practica desde hace muchos años; permite que al tratar estos puntos se actúe sobre la totalidad del sistema nervioso.
Lore Sorensen practica la reflexología facial desde el año 1978. Esta es una técnica moderna que tiene sus raíces en la medicina oriental, y la finalidad es tratar de solucionar la causa de la enfermedad. O sea que en lugar de tratar los síntomas, se analizan y se tratan los desequilibrios orgánicos, físicos y emocionales, que normalmente son los causantes de diversos malestares.
Actualmente se utilizan métodos que han pasado años investigando y una metodología combinada de la medicina oriental. Las dos técnicas son una combinación de la zona terapia y la reflexología actualizada mediante observaciones neurológicas.
A través del tacto y la manipulación de los músculos de la cara, se pueden identificar depósitos en las capas más profundas de la piel. Los depósitos son obstrucciones de la energía. Además, permite que el cuerpo libere endorfinas rápidamente, y regula la sangre, las hormonas y refuerza el sistema inmune.
Cómo practicar reflexología facial
Primero que nada debemos tocar cada punto de reflexología facial, de forma que se “encienda” y esté receptivo para el masaje. Para estimular un punto de reflexología facial debemos utilizar el dedo índice, aplicar presión sobre el punto en concreto y luego empezar a hacer movimientos circulares con ese dedo, sin levantarlo, durante 15-30 segundos en el sentido de las agujas del reloj, y luego al revés.
Luego pasamos a evaluar todas las zonas mediante masajes largos y suaves: los depósitos se sentirán con una textura diferente. De esta forma nos damos cuenta de qué zona del cuerpo no está funcionando correctamente, ya que donde hay un depósito significa que el órgano representado en esa zona no está funcionando bien.
Para hacerlo, debemos empezar con la zona de debajo de los ojos, dando pequeños golpecitos con la yema de los dedos, luego masajear la mandíbula hasta la zona de las orejas, con los dedos índices la barbilla. Seguimos con la yema de los dedos la línea de la mandíbula, la barbilla, la boca y las mejillas. Luego la nariz hasta el área de las cejas, extendiéndonos por toda la frente y el cuero cabelludo.
Cuando encontramos esa zona, los masajes se deben centrar allí y deben ser más profundos y dinámicos a medida que fluye el masaje. Antes de finalizar el mensaje no debemos olvidar dar un masaje en el cuero cabelludo y equilibrar el lado izquierdo y derecho, ya que siempre utilizamos más uno.
s importante tener en cuenta que la reflexología facial no está respaldada por evidencia científica sólida, y no debe reemplazar el tratamiento médico convencional. Sin embargo, muchas personas encuentran la estimulación de los puntos de reflexología facial relajante y reconfortante, y puede ser una buena forma de complementar el cuidado de la salud.
Ahora que ya sabes los puntos de reflexología facial, puedes utilizar tus conocimientos para hacer un masaje a alguien o a ti misma y así poder aliviar los dolores. No te olvides de mantenerte tranquilo por el resto del día y beber mucha agua.