Cuando hablamos de dietas lo primero que pensamos es en un método para adelgazar, pero lo cierto es que existen regimenes alimenticios para muchos tipos de problemas de la salud, pensados para tratar, reducir o estimular a través de los alimentos algunas características o funciones del organismo. En el caso de la dieta alcalina lo que se busca recuperar los niveles de alcalinidad en la sangre, basándose en la escala de pH.
¿Qué es el ph?
La escala de pH hace referencia a los niveles de acidez o alcalinidad que se presenta en una solución, utilizándose una escala que oscila entre los valores 0 y 14, determinándose las sustancias alcalinas cuando el indicador es mayor a 7, y ácidas cuando no superan este número.
En el caso de la sangre, se considera como natural a un ph de alrededor de 7,4, aunque este nivel pocas veces es alcanzado debido a la gran producción de ácidos a la que están expuestas la mayoría de las personas a causa de una alimentación inadecuada, por lo que justamente este panorama es el que intenta revertir la dieta alcalina, recomendando alimentos sanos que no ocasionan la producción de ácidos tras su digestión o metabolismo.
Características de la dieta alcalina
Como te dijimos, esta dieta busca conservar lo niveles óptimos de ph en la sangre con el fin de mantener saludable el organismo, pero debido a que gran parte de los alimentos que se consumen en la actualidad generan ácidos luego de ser digeridos y procesados, por lo cual el índice de ph suele orientarse más para el predominio de los ácidos que el que debería tener de alcaloides.
Para remediar esta situación, la dieta alcalina propone un régimen alimenticio basado casi exclusivamente en frutas y verduras, algunos cereales y frutos secos. Pero definitivamente se tendrán que evitar cualquier tipo de carne, derivados lácteos, azúcar, sal y productos procesados.
Beneficios de la dieta alcalina
Entre los beneficios de la dieta alcalina se puede mencionar el tratamiento de los cálculos renales, cuadros de falta de energía, fomentar el crecimiento, reducir el riesgo de cáncer, tratar las congestiones nasales, dolores de cabeza y musculares, cuadros de ansiedad, nerviosismo o estrés.
Y, aunque todos estos beneficios pueden obtenerse a través de la dieta alcalina, algunos profesionales de la salud opinan que los mismos se deben a la riqueza de nutrientes contenida en las frutas y verduras, pero no a la nivelación del pH.
De cualquier forma, es indiscutido que consumir frutas y verduras en abundancia constituye un excelente habito para mantener una buena salud, y aún más si le sumamos la practica de ejercicios cotidianamente y un estilo de vida saludable en general.