Proteger a los niños contra los gérmenes es una tarea fundamental para garantizar su salud y bienestar. En este artículo, exploraremos estrategias efectivas que los padres y cuidadores pueden implementar para salvaguardar a los pequeños de los gérmenes perjudiciales.
Desde prácticas de higiene cotidianas hasta la promoción de hábitos saludables, te proporcionaremos consejos prácticos respaldados por expertos para mantener a los niños seguros y prevenir enfermedades.
Aprende cómo fomentar un entorno limpio, inculcar rutinas de lavado de manos y promover la conciencia sobre la importancia de la higiene personal.
Si los niños aprenden una serie de comportamientos básicos, les puede ayudar a prevenir el contacto con microorganismos como los gérmenes y las bacterias causantes de enfermedades.
Hábitos de Higiene: la Defensa Primordial
Enseñar a los niños hábitos de higiene sólidos es la primera línea de defensa contra los gérmenes. Fomentar el lavado de manos regular con agua y jabón, especialmente antes de las comidas y después de ir al baño, puede reducir significativamente la propagación de gérmenes.
Vacunación: Un Escudo Inmunológico
Mantener al día las vacunas es esencial para proteger a los niños contra enfermedades contagiosas. Las vacunas no solo protegen al individuo, sino que también contribuyen a la inmunidad colectiva, ayudando a prevenir la propagación de enfermedades en la comunidad.
Ambientes Limpios y Desinfectados
Crear un entorno limpio en el hogar y en lugares frecuentados por los niños es crucial. Limpiar regularmente las superficies, juguetes y áreas comunes con desinfectantes puede reducir la presencia de gérmenes y minimizar el riesgo de enfermedades.
Incentivar un Estilo de Vida Saludable
Una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado fortalecen el sistema inmunológico de los niños. Fomentar un estilo de vida saludable no solo protege contra los gérmenes, sino que también promueve un crecimiento y desarrollo óptimos.
Conciencia y Educación
Enseñar a los niños sobre la importancia de protegerse contra los gérmenes puede ser divertido y educativo. Utilizar métodos visuales y lúdicos para explicar la necesidad de ciertos hábitos puede hacer que los niños participen activamente en su propia salud.
Evitar el Contacto Directo con Personas Enfermas
Evitar el contacto cercano con personas enfermas ayuda a prevenir la transmisión de enfermedades. En situaciones donde el contacto es inevitable, fomentar el uso de mascarillas puede ser una medida adicional de protección.
El cepillo de dientes
El cepillo de dientes, es uno de los objetos más plagados de gérmenes. Si tu hijo ya se puede lavar los dientes con cepillo, después de lavárselos enjuagar bien con agua caliente. Cambiar el cepillo cada dos o tres meses.
Lavarse las manos
Lavar las manos a los bebés y enseñarles que tienen que hacerlo a menudo, especialmente si van a comer, si han ido a cuarto. Aprender a lavarse las manos puede ser una actividad divertida para los niños.
Precaución con las mascotas
Niños y mascotas. Les encanta estar juntos pero hay que tomar ciertas precauciones. Las mascotas pueden trasmitir virus, bacterias y parásitos, a través de su pelo, saliva o residuos. Los bebés y niños tienden a chupar cualquier cosa. Es fácil toquen la boca del perro, o gato y luego se toquen la boca o los ojos. Siempre lavarse las manos después de tocar a las mascotas.
Tener cuidado que los niños no jueguen con las mascotas mientras el niño está comiendo. Enseñar al niño a respetar a la mascota si la mascota está comiendo, a menudo un perro o gato puede reaccionar mal si alguien se acerca a su comida.
Los juguetes o el tazón de agua o comida de las mascotas puede ser fuente de bacterias de la familia coliformes, como la E. Coli o la salmonella.
Precaución al jugar
Jugar con la tierra, con la arena mojada, con el barro, un placer para los niños. La exposición a las bacterias de la tierra es buena para los niños según comentan los expertos, es algo que reforzará su inmunidad.
Sin embargo hay que tener precaución, si los niños juegan con la tierra puede haber excrementos de animales, cristales u otros objetos punzantes metálicos que le puedan ocasionar una herida.
Asegurarse el niño tiene puesta la vacuna anti tetánica. Si tu hijo se hace algún corte o herida, lavar con jabón neutro y agua. Luego aplicar desinfectante tipo Betadine. Si piensas que una herida pueda estar infectada acude a médico para que pueda revisar al niño o bebé.
Suelos de moquetas o cubiertos con alfombras pueden ser muy cómodos pero también acumular ácaros, moho, partículas de alimentos y suciedad. Esto puede provocar alergias y ataques de asma. Si tu hijo juega sobre una alfombra o moqueta pasa a diario la aspiradora. Si juega sobre el suelo, limpia la zona a diario con lejía.
Precaución en la cocina
Restos de alimentos que queden en el plato durante un rato, alimentos que están en la nevera y han caducado, leche o yogures, mayonesas que no se consumen enseguida.
Todo esto puede trasmitir Salmonella, Campylobacter, y el norovirus. En verano el problema se agrava por las altas temperaturas.
Enseña a tu hijo a no tocar los platos con comida cuando están en la cocina. A consumir los alimentos sin dejarlos al aire durante mucho rato. Enséñale que la fruta y la verdura se tiene que lavar antes de comerla.
Ahora parece que no es del todo sano tener obsesión con la limpieza. Esta afirmación se basa en un enunciado científico llamado “Hipótesis de la higiene” que afirma que la hiperprotección de los niños frente a los microorganismos los está volviendo más vulnerables.
Y esto explicaría en gran parte el aumento global de las enfermedades alérgicas y autoinmunes, sobre todo en el entorno urbano, según los investigadores.
El contacto con los gérmenes brinda protección
Hasta ahora, no existía una base práctica para sustentar la hipótesis. Pero un equipo de investigadores del Brigham and Women’s Hospital (EE. UU), ha llevado a cabo un estudio que avala la «hipótesis de la higiene» y los resultados han sido publicados en la revista Science.
En el ensayo, los investigadores, estudiaron el sistema inmune de ratones que carecían de bacterias o de cualquier otro microbio y los compararon con ratones que viven en un ambiente normal, con microbios.
Así descubrieron que la protección que da la exposición a los microbios es de larga duración. Y también observaron que los ratones libres de gérmenes desarrollaron inflamación de los pulmones y el colon y también colitis, por la hiperactividad de una clase única de células T (células inmunes).
Se estima que el conocimiento de este mecanismo permitirá a los científicos identificar los factores microbianos potencialmente importantes en la determinación de la protección contra las enfermedades alérgicas y autoinmunes durante la edad adulta.
Importancia del sistema inmune
Cuando el cuerpo se enfrenta a un germen, el sistema inmune será la primera línea de defensa. Las células y órganos especializados ayudan al propio cuerpo a identificar y responder a los cuerpos extraños.
Cuando el sistema inmunológico no puede ejercer sus funciones, los resultados pueden ser graves, señala la Biblioteca Nacional de Medicina. Se generan trastornos como alergia y asma, enfermedades por deficiencia inmunológica y enfermedades autoinmunes.
Debido a que el cuerpo humano proporciona un ambiente ideal para muchos microbios, éstos intentan pasar la barrera de la piel y entrar en él.
El Instituto Nacional del Cáncer afirma que el sistema inmunológico es una red de células, tejidos y órganos por todo el cuerpo que ha evolucionado para defenderlo contra tales invasores «extraños».