Con la llegada del verano muchas buscamos diferentes alternativas de vegetales para ingerir, por ese motivo hoy hablaremos del puerro y de los beneficios que traen para nuestra salud.
El puerro se caracteriza por combatir la presión arterial, ayudando a que ésta disminuya y así se mejorar el funcionamiento de nuestro sistema circulatorio. Es un alimento que deben incorporar en su dieta aquellas personas que tienen trastornos de hipertensión.
El puerro tiene la capacidad de fortalecer a nuestro sistema inmunológico. Además cuenta con importantes cantidades de vitamina C que actúan en nuestro organismo como agentes antioxidantes y junto con los folatos permiten la correcta formación de glóbulos rojos y blancos y los anticuerpos para que nuestro cuerpo este mejor protegido de infecciones.
Si estas embarazada o tienes un niño pequeño es muy bueno que uses puerro para la elaboración de tus comidas. En el caso de una gestación asegura el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobretodo durante el primer trimestre de embarazo.
Para las personas que padecen de trastornos intestinales nada mejor que la ingesta de puerros, al tener altos niveles de fibra puede ser usado como un laxante natural. El puerro es un muy buen diurético. Uno de los componentes principales de la planta de puerro es la aliina, esto genera que el organismo de manera natural pueda eliminar el colesterol malo.
Si estas llevando a cabo una dieta para bajar de peso podrás incorporarlo en tus comidas, en primer lugar por ser un buen diurético, además tiene en su formación un 94 por ciento de agua, y esto unido a los pocos hidratos de carbono que posee podrán ayudar a mantenerte saciado y así bajar de una forma natural de peso.
Dentro de los puntos negativos de ingerir puerros podemos mencionarte: el exceso de puerros pueden causarte flatulencias, además por los niveles de azufre pueden aparecer alergias y malestares estomacales y diarreas leves.
Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.
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