Además de la gran variedad de recursos ictícolas de los que el hombre ha hecho uso desde siempre, el mar ha dado muestras de ser una excelente fuente de productos naturales para la nutrición y salud de las personas, ya sea a partir de productos derivados de peces, algas o simplemente del agua marina. Pero en el caso de hoy, veremos cuáles son los beneficios del krill para la salud.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de kirll?
El krill es un crustáceo diminuto que habita las aguas de prácticamente todos los océanos, y puede encontrárselo en cantidades de millones y millones de especimenes, por lo que no resulta sorpresivo que constituya la fuente de alimento de diversas especies marinas, como las ballenas, que pueden consumir hasta 2 toneladas de krill al día.
Y, en este caso, todo parece apuntar a que el viejo refrán de que “lo bueno viene en paquetes pequeños” es cierto. Pues aunque el krill no supere apenas unos milímetros de tamaño, contiene una gran variedad de nutrientes que resultan muy beneficiosos para el ser humano. Debido a esto, la pesca de este crustáceo para la elaboración de aceite de krill y complementos alimenticios es cada vez mayor.
Aportes nutricionales del krill
El consumo de krill aporta al organismo un conjunto de nutrientes muy valiosos y absorbibles en su mayor parte, compuesto principalmente por proteínas y aminoácidos esenciales, así como un rico conjunto de oligoelementos (yodo, magnesio, selenio, potasio, etc), vitaminas (A, D y E), y especialmente por los ácidos grasos omega 3 (ácido eicosapentanoico y docosahexaenoico) y los agentes antioxidantes concentrados en la astaxantina y canthaxanthan.
Beneficios del krill para la salud
Los beneficios del krill que se han podido identificar hasta el momento abarcan una gran cantidad de problemas y patologías, como la diabetes, afecciones cardiacas, artritis, cáncer, lupus, enfermedades intestinales y otras patologías autoinmunes.
Los ácidos grasos Omega-3 benefician la salud cerebral, impulsando la construcción de membranas celulares, favoreciendo al sistema nervioso central y previniendo accidentes cerebrovasculares. Además, ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos, benefician el corazón, las arterias y la visión. Mientras que los componentes antioxidantes permiten proteger al organismo de los procesos oxidativos y de los radicales libres, reduciendo el riesgo del desarrollo de células cancerigenas o tumores.
Además, fomenta el crecimiento óseo y muscular, y proporciona energía y vitalidad al organismo, por lo que se considera un suplemento muy recomendado durante la niñez y adolescencia.
Para consumirlo, existen varios productos en base a krill colocados en el mercado. Las dos formas aconsejables para obtener sus beneficios son los complementos alimenticios o con la ingesta de aceite de krill. ¿Te animas a probarlo?
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