Hoy queremos dedicar un espacio a un fruto seco muy especial, la almendra. Como sabemos todos los frutos secos son excelentes alimentos llenos de nutrientes, los mismos se deben incluir en la dieta para gozar de buena salud. En solamente un puñado ya tenemos cantidades muy grandes de minerales y vitaminas que nos ayudan a cumplir con nuestra cuota diaria.
Las almendras en particular tienen muchos beneficios que podemos aprovechar. Existen dos variedades de las mismas, las de cáscara blanda y cáscara dura. Ambas tienen propiedades destacables entre las cuales se destacan sus beneficios para el corazón y el sistema cardiovascular en general. Esto se debe a que presentan un elevado contenido en grasas insaturadas (ácido oleico).
Por otro lado, las mismas son una excelente fuente de energía, por tanto, deberían incluirse especialmente en la alimentación de aquellas personas que realizan importantes esfuerzos y también para recuperar fuerzas después de un duro día. Esto también incluye a los deportistas, se recomiendan para antes de realizar una actividad física moderada o fuerte, ofreciéndonos ese plus de energía que nos va a permitir aguantar mejor el esfuerzo.
Por último, destacamos su contenido en fibra, lo cual se cumple en todos los frutos secos. Esto nos ayuda a prevenir o aliviar problemas como el estreñimiento, así como para luchar contra la obesidad que tantas enfermedades provoca.
Aún hoy día, la ciencia continua sorprendiéndose con nuevos descubrimientos sobre las almendras, nuevas propiedades terapéuticas y mayores beneficios para la salud humana. Se dice que quién coma un puñado de almendras a diario, no desarrollará nunca un cáncer. Sea cierto o no, con esas nada desdeñables propiedades es más que probable que sus beneficios para la salud sí lleguen a ese nivel y potencial terapéutico y preventivo incluso de enfermedades graves.
El aporte de Vitamina E de las almendras las convierten en un aliado fiel a la hora de proteger el organismo de los radicales libres, el envejecimiento y el estrés, además de fortalecer la piel, e incluso prevenirnos de enfermedades cutáneas o ayudarnos a superarlas. Su aporte de calcio, que proporcionalmente es uno de los mayores del espectro de alimentos de qué dispone el ser humano, convierte a la almendra en un arma para el fortalecimiento de los huesos mucho más efectiva que la leche cuyo aporte cálcico está en entredicho debido a su desequilibrada proporción de este mineral respecto al fósforo y el magnesio.
Información nutricional de las almendras:
– Fibra, favoreciendo el tránsito intestinal
– Ácido oleico u omega 9
– Ácido Linoleico u omega 6
– Agua
– Vitamina E
– Vitamina C
– Vitamina del complejo B
– Zinc
– Magnesio
– Potasio
– Calcio
Para obtener el mayor rendimiento nutricional y terapéutico de las almendras es preferible dejarlas en remojo durante varias horas o durante la noche. Tras esto, se escurren y se quita la piel pues a esta pueden haber quedado adheridas toxinas y contaminantes que no llegarán al fruto. Una vez extraída la piel ya están listas para ser consumidas. También se pueden consumir simplemente secas, tal como se venden en el mercado, pero no serán aprovechadas todas sus propiedades. Al dejar las almendras en remojo, debido a las condiciones de humedad la semilla se activa y desprende su capa protectora antiputrefacción que la recubre y que la hace más dificil de digerir; esta capa protectora de los frutos secos es la razón por la cual se pueden conservar largo tiempo sin podrirse.
Esta práctica es similar a la de las ardillas, que entierran los frutos no sólo para tener una reserva de alimentos, sino también para favorecer su activación y germinación y comerlos en su pleno potencial nutricional.
Es conveniente moderar el consumo de las almendras; alrededor de entre 7 y 15 al día es más que suficiente, ya que un exceso puede resultar incluso perjudicial. Es interesante su consumo para deportistas o estudiantes y especialmente para las mujeres a las que les beneficia especialmente el aporte de ácidos grasos esenciales.
Sin duda la almendra es un alimento lleno de propiedades que podemos aprovechar, ¡te animamos a incluirla en tu dieta!