La celulitis no es una cuestión de peso o de edad, y puede aparecer en muslos delgados, nalgas o antebrazos. Más que una cuestión de edad, es una cuestión de predisposición, habiendo jóvenes de no más de 20 años que se sienten infelizes frente al espejo. En general, un 80% de las mujeres en el curso de sus vidas se ven afectadas por una celulitis evidente cuando los músculos están tensos, es decir cuando se está de pie. La celulitis es casi inapreciable si se encuentra acostado.
Tipos de celulitis
Pero no todas las celulitis son iguales. Podemos distinguir entre tres tipos de celulitis que te explicaremos a continuación.
1. Celulitis adiposa
En este tipo de celulitis, las células adiposas se organizan en racimos. Cuando consumimos grasas en exceso, estos adipocitos se vuelven mayores, engordan y empujan la piel hacia arriba, formando pequeños bultos. Es la famosa piel de naranja que evoluciona hacia una celulitis adiposa. Esta aparece por lo general sobre las caderas, los glúteos y el vientre. Esta celulitis suele ser blanda y no dolorosa al tacto.
2. Celulitis acuosa
En este caso, las células de la piel almacenan no grasa, sino agua. La celulitis acuosa es visible en los tobillos, las pantorrillas, los muslos y los brazos. Suele estar relacionada con problemas de circulación venosa y linfática. Este tipo de celulitis no es dolorosa, pero se acompaña de una sensación de pesadez en las piernas y de hinchazón.
3. Celulitis fibrosa
Finalmente, las fibras de colágeno que envuelven los adipocitos pueden volverse rígidas, perturbar el reparto de células grasas y provocar una celulitis fibrosa. Este es el tercer tipo de celulitis: la celulitis fibrosa aparece principalmente a nivel de las rodillas y de los muslos. Se trata de una celulitis dura y dolorosa al pinzar la piel, que suele tornarse de tono violáceo.
La celulitis no se elimina con cremas. Las cremas pueden mejorar considerablemente el aspecto de tu piel, pero no van a hacer desaparecer esa cantidad de «bultitos» y «agujeritos» que aparecen en el abdomen, glúteos, muslos, rodillas, piernas y cara interna de los brazos.
¿Qué se puede hacer para combatir la celulitis?
Primero: un buen masaje
A través de los masajes, se aumenta la circulación sanguínea y se estimula el metabolismo. Profesionales que utilizan técnicas como el masaje de succión son especialmente oportunos ya que estimulan la piel y los tejidos conectivos, mejorando el flujo sanguíneo. También ayuda un masaje con un cepillo, especialmente por la mañana, después de una ducha alternante de agua fría y caliente. A continuación, recomendamos aplicarse una crema anticelulítica con abedul y aceite de romero.
También la terapia de drenaje linfático es óptima para liberarse de la retención de agua en el tejido conectivo. Importante sería practicar deporte como nadar, caminar, montar en bici o incluso ir a la sauna para mejorar el aspecto de la celulits.
En segundo lugar: comer adecuadamente.
A la celulitis le encanta la comida rápida. Alimentos con alto contenido en grasa, harina blanca, alcohol, café y dulces aumentan la formación de celulitis. Alimentos básicos como el pescado, la fruta, las verduras al vapor y los cereales integrales, sin embargo, evitan la formación de celulitis. ¡Ten cuidado con la sal! La sal estaría de parte de la celulitis, y no ayudaría a combatirla.
En tercer lugar: mucha agua, mucha vitamina C y potasio.
Bombas de vitamina C como fresas, kiwis, pimientos (dos veces al día) y 250 mg de vitamina C ayudan a reducir la celulitis, según el experto en salud Prof. Hademar Bankhofer. La vitamina C es un quemagrasa natural y ayuda positivamente a reducir la celulitis. Además, se debe beber de dos a tres litros de agua sin gas al día. El agua elimina las toxinas que tu organismo no necesita y te ayuda a adelgazar.
También el potasio tiene un efecto purificante y drenante. Alimentos como el brócoli, la coliflor, los espárragos, los tomates son ricos en potasio.