Los minutos inmediatamente consiguientes a la acción de levantarse son cruciales para determinar nuestra aptitud física y humor durante la jornada que nos espera. Entonces, para hacerlo bien, debemos entender la importancia de desperezarse. Es una práctica sencilla para empezar la mañana de la mejor manera, evitar dolores de espalda y malestares, ayudándonos a tener mayor energía durante el día.
La importancia de desperezarse
Como habrás observado, la acción de elongar y flexionar el cuerpo luego del sueño es un hábito que poseen todos los animales, y también el hombre. Este se trata de algo así como un conjunto de ejercicios instintivamente incorporados, que basta con que nos levantemos de la cama para activarse, comenzando a estirar los brazos, tensar la columna y elongar hasta la punta de los dedos de los pies.
Con esto, lo que hacemos es reavivar todo el organismo abotargado por las horas de sueño y de posiciones monótonas, por lo que el desperezarse permite reactivar el flujo sanguíneo normal, desentumecer los músculos y, en general, dar la señal de que un nuevo día ha comenzado y todo el cuerpo debe ponerse en marcha.
Pero además de los beneficios de desperezarse que estos ejercicios matutinos proporcionan a nuestra salud no son sólo físicos, también influyen en salud mental y anímica, pues la acción de desperezarse proporciona una sensación de placidez y relajación que ayudan a empezar el día de buen ánimo y con optimismo.
Cómo desperezarse correctamente
Pero aunque el desperezarse en la mayoría de los casos es una reacción natural, muchas personas se saltan esta etapa por levantarse demasiado deprisa, privando al cuerpo de su rutina de calentamiento natural.
Esto ocasiona que al comenzar la actividad habitual en la casa, podrían llegar a producirse calambres o lesiones. Inclusive problemas mayores como los relacionados con la salud cardiovascular, debido a que un levantamiento repentino impide que los pequeños coágulos que se formaron durante la noche se disuelvan con naturalidad, haciendo que penetren en el torrente sanguíneo abruptamente, pudiendo ocasionar ataques cardiacos o cerebrales.
Por ello, te recomendamos que al momento de despertarte no te levantes inmediatamente, sino que cambies de posición 2 o 3 veces, permaneciendo unos cuantos segundos en cada una de ellas. De esta forma estarás reactivando tu organismo de una forma suave y sencilla, que se verá complementada cuando finalmente comiences a desperezarte, lo cual harás una vez te hayas sentado en la cama y levantado.
Y si a continuación, además de la forma natural de desperezarse, añades algunos ejercicios de estiramiento, estarás obteniendo un entrenamiento perfecto para comenzar el día con energía y en plena aptitud física.
Hola, me ha gustado el artículo aunque tengo dudas sobre la parte que dice: «debido a que un levantamiento repentino impide que los pequeños coágulos que se formaron durante la noche se disuelvan con naturalidad». ¿Cómo es esto? Desconocía que al dormir se originan coágulos en el cuerpo al momento de dormir. Quisiera por favor una explicación de eso pues además de ser algo de importancia para la salud, también me resulta interesante.
Gracias.