El lupus es una enfermedad reumática sistémica y crónica, es decir, además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Su base es autoinmune puesto que se produce por la formación de anticuerpos. La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que los efectos de la enfermedad remiten. Asimismo, hay lupus muy severos y otros no tan graves como los que se manifiestan con afecciones en la piel. Esta patología afecta principalmente a las mujeres y en una época de la vida en la que se es fértil (entre 20 y 40 años). Se han descrito además casos en niños y ancianos.
El lupus es una enfermedad que aunque es incurable por ser de carácter genético si es controlable mediante tratamiento.
El lupus afecta sobre todo a mujeres jóvenes en edad fértil, el 90% de los que lo padecen cumplen esta condición. Provoca una grave alteración del sistema inmunológico.
La causa es desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico y provocar lupus. Se han barajado varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. La exposición a la luz solar también podría ser un factor liberador de la patología. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioletas. Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden ser los causantes de la enfermedad. De hecho, se ha observado que las píldoras anticonceptivos pueden acelerar su aparición en mujeres genéticamente predispuestas.
Se calcula que el lupus afecta a unos 70 millones de personas en todo el mundo, un 1% de la población total.
Para muchos es la enfermedad antagónica del SIDA ya que al contrario que este, los afectados por Lupus generan una cantidad excesiva de defensas contra distintas enfermedades que provoca graves problemas en el organismo.
No se conoce bien su origen pero se especula con que podría ser causado incluso por un medicamento o la excesiva exposición al sol, además varios estudios sostienen que el estrés es el detonante de la enfermedad.
El lupus no es curable pero si se puede tratar y conseguir que el afectado lleve una vida normal llevando unos hábitos de vida saludable, una adecuada protección al sol, la administración de algún fármaco e incluso una terapia psicológica.
Los síntomas del lupus suelen ser erupciones en la piel y eventualmente fiebre y cansancio.
Al tratarse de una enfermedad multisistémica afecta a varios órganos.
Presenta por un lado síntomas generales: El cansancio fácil, la pérdida de peso inexplicable, la fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Además, los síntomas articulares y musculares: Se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes.
El 90 por ciento de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia.
También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas. También es frecuente la afección en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz.
También es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa. Por otro lado, los enfermos de lupus padecen hipersensibilidad a los rayos ultravioletas. Si se exponen sin protección la enfermedad puede reactivarse.
- Cuando afecta al corazón y los pulmones: Las capas de revestimiento del corazón (pericardio) y de los pulmones (pleura) se inflaman debido a la enfermedad. Esto origina pericarditis y pleuritis. Ambas tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardiorrespiratoria.
- Cuando afecta al riñón: El lupus siempre afecta a los dos riñones a la vez. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteinas. Con lo que se eliminan por la orina y se produce una hinchazón de cara y piernas.
- Cuando afecta al cerebro: El lupus puede afectar al sistema nervioso. Aunque en general tiene poca importancia, es un problema que tiene que vigilarse. Se manifiesta con dolores de cabeza, depresiones o situaciones de hiperactividad. Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una leve inflamación cerebral por lupus o por otras muchas circunstancias. Asimismo, es posible que ladepresión no se desencadene por la enfermedad, sino porque el paciente se deprime al saber que se enfrenta con esta patología, de origen desconocido y que puede afectar a tantos órganos del cuerpo.