Para nadie es una sorpresa que la lactancia materna consigo grandes beneficios sobre la madre y el bebé. Con ese enfoque y con motivo de celebrarse la semana mundial de la lactancia materna compartimos contigo unas cifras que nos llaman a reflexionar.
El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatria indica que el 52 por ciento de las mujeres deja de amamantar a sus bebes cuando cumplen los 3 meses. Este porcentaje se incrementa a un 68 por ciento al llegar a los 6 meses.
Algunas mujeres no generan leche, otras producen el alimento pero de mala calidad, siendo impedidas de amamantar a sus pequeños. Sin embargo en muchos otros casos las madres por voluntad propia deciden no amamantar o dejar de hacerlo a los pocos meses.
La leche materna sigue siendo el mejor alimento
La leche materna tiene un contenido de grasa relativamente alto comparada con la mayoría de los alimentos complementarios. Es una fuente clave de energía y ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el desarrollo cerebral de los niños y sigue siendo el alimento más completo desde el punto de vista nutricional.
La leche materna se adapta a la edad del niño que la toma. Esto quiere decir que a medida que el niño crece la leche aporta más calorías.
Aporta beneficios psicológicos y un mejor desarrollo cognitivo
Varios estudios han descrito ya los numerosos beneficios psicológicos de los niños amamantados. La lactancia proporciona alimento, consuelo, ternura, comunicación entre madre e hijo, contacto y traspaso de oxitocina (la hormona del amor) de madre a hijo (y aumento de la misma en la madre).
La OMS recomienda que a los seis meses (180 días) se empiece a dar a los lactantes alimentos complementarios, además de leche materna: 2-3 veces al día entre los 6 y 8 meses de edad, y 3 veces al día más un refrigerio nutritivo de los 9 a los 11 meses.
Entre los 12 y los 24 meses, deben dárseles tres comidas y pueden ofrecérsele otros dos refrigerios nutritivos, si lo desean. Los alimentos deben seradecuados, es decir, que proporcionen suficiente energía, proteínas y micronutrientes para cubrir las necesidades nutricionales del niño en crecimiento.
Los alimentos deben prepararse y administrarse de formahigiénica para evitar al máximo el riesgo de contaminación. Alimentar a un niño pequeño requiere una atención activa y estimulación para animarlo a comer.
La lactancia materna sigue ofreciendo un aporte nutricional importante pasado elprimer año de vida y ha sido asociada a la reducción de enfermedades crónicas en la infancia y obesidad. Así que en el caso de esta madre sólo se me ocurre decirle que es una decisión únicamente suya porque, aunque nos resulta chocante ver a un bebé mayor de un año mamando, no es en absoluto perjudicial para él, en todo caso, puede ser cansado o debilitador para la madre, si no tiene en cuenta el cuidado extra que necesita su cuerpo.
Por otra parte, a través del consumo de leche materna, el niño recibe defensas de su madre. Puesto que el sistema inmunológico de los niños no madura completamente hasta, aproximadamente, los 6 años de edad, recibir defensas a través de la leche materna es muy positivo.