El fumar es socialmente menos aceptado en la actualidad en comparaciones con un par de décadas atrás, de hecho, en la mayoría de lugares como el trabajo, centros comerciales, restaurantes o tiendas prohíben el fumar. Esto se debe a que muchas entidades en donde se incluyen a los gobiernos de múltiples países promulgaron leyes para prohibir que se pueda fumar en la gran mayoría de espacios públicos. Sin embargo, a pesar de todas las limitantes sobre esta actividad, esta costumbre, el cual es muy costoso tanto en lo económico como en la salud, sigue estando presente en gran parte de la población.
Las cifras señalan que la mayoría de las personas comienzan a fumar en la adolescencia, por lo que son verdaderos adictos cuando llegan a una edad adulta. También múltiples estudios han encontrado muchas razones porque las personas fuman. Suele comenzar por simple curiosidad, presión de los pares, el contar con un deseo como el encajar en un grupo o muchos porque piensan que esto está vinculado con el ser más maduro o como una especie de rebelión contra lo políticamente correcto.
Dentro de este tema, algo que es lamentable es que el vicio de fumar puede ser influenciado por el ejemplo parental, debido a que los adolescentes al ver a sus padres fumar, ellos no ven esto como algo que se les pueda ser negado.
Fumar consecuencias
Fumar consecuencias problemas respiratorios; El fumar se considera como el factor más importante vinculado al desarrollo de trastornos respiratorios, después de todo, quienes fuman son más propensos a sufrir un problema pulmonar obstructivo crónico, asma y tuberculosis.
El fumar es tan dañino para el cuerpo que los fumadores activos e incluso los pasivos se consideran como personas con un mayor riesgo de sufrir problemas respiratorios. También se ha comprobado que los padres que son fumadores provocan o agravan los problemas de asma en niños pequeños. Se debe considerar que el humo del tabaco puede desencadenar o agravar un ataque de asma.
El fumar provoca daño en las vías respiratorias así como en los pequeños sacos de aire conocidos como alvéolos en nuestros pulmones. Esto se debe a los productos químicos que son perjudiciales en el humo del cigarrillo, los cuales incluso dañan los pelos pequeños que se encuentran en las vías aéreas superiores, lo que provoca que se filtre de peor manera el aire que se respira cada día.
Fumar consecuencias el cáncer; El fumar es considerado como el principal factor de riesgo para generar el cáncer de pulmón. Solo en los Estados Unidos, el fumar está vinculado al 90% de los cánceres de pulmón.
Mientras que los estudios señalan que los no fumadores también corren algún riesgo de sufrir de cáncer de pulmón, quienes son fumadores tienen casi hasta tres veces más posibilidades de sufrir de este cáncer. También se ha logrado demostrar que las mujeres que fuman son quienes corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con los hombres.
Fumar consecuencias envejecimiento prematuro; El fumar se ve vinculado con el aceleramiento inusual en el proceso normal del envejecimiento de nuestra piel, contribuyendo a generar la flacidez en la piel, múltiples líneas finas, arrugas prematuras y manchas de la edad que aparecen en todo el cuerpo. El envejecimiento de la piel producto del cigarrillo no se limita sólo a nuestra cara, después de todo, los cambios aparecen en todo el cuerpo, especialmente en el pecho y espalda.
Debemos conocer que la nicotina que se encuentra presente en los cigarrillos provoca estrechamiento de nuestros vasos sanguíneos, lo que se traduce en una menor circulación de sangre en las capas extornas de nuestra piel. Cuando se reduje el flujo sanguíneo, nuestra piel no obtiene oxígeno y nutrientes como la vitamina A, que termina todo en un deterioro de la piel.
El fumar también se ve vinculado con la reducción de la producción de colágeno. Debemos conocer que el colágeno le brinda a nuestra piel firmeza y un aspecto juvenil, por lo que un problema en su producción genera deterioro evidente que se ve combinado con la liberación de ciertas enzimas que son responsables de la degradación del tejido conectivo de nuestra piel, alterando el recambio celular y como nuestros músculos obtienen oxígeno, generando un cansancio excesivo a la hora de hacer actividades habituales como el caminar e incluso problemas de fertilidad, especialmente en hombres.