¿Qué es la fermentación sumergida? Los clásicos procesos de fermentación se pueden realizar básicamente de dos maneras: en superficie o a través de la llamada producción sumergida.
Seguramente no hayas escuchado hablar de este término, pero créeme que son muchos los alimentos que consumes habitualmente que han debido pasar por este proceso para llegar a tu mesa.
Primero algo de historia: la producción de fermentación sumergida comenzó en la década de 1930 y es el principal método de fermentación utilizado en la actualidad. Se trata de un proceso en el que el medio estéril y el molde se añaden a un gran tanque donde se mezcla constantemente; en paralelo un suministro de aire estéril se burbujea a través del medio (ya que hablamos de un proceso de fermentación aeróbica).
Vale señalar que la cepa de molde utilizada es diferente a la de producción de superficie.
¿Para qué se usa? Para muchos objetivos diferentes, pero mayormente el proceso puede ser usado para fabricar productos como el ácido cítrico, el glicerol o el ácido láctico.
Para que tengas una idea de la dimensión e importancia que cobra el procedimiento, basta sólo con señalar que por ejemplo el ácido láctico tiene usos medicinales de mucha importancia; entre otros menciono a la solución láctica de Ringer, una solución que sirve para compensar a quienes han sufrido una pérdida de sangre importante a causa de un trauma, cirugía o quemadura.
Imagen: atusalud