La mayoría de los alimentos que consumimos son manufacturados en menor o mayor medida y todos ellos llevan etiquetas con diferentes datos: ingredientes, calorías, advertencias y muchas veces frases que a primera vista pueden engañarnos. Muchas etiquetas parecen decir una cosa, pero en realidad puede ser un truco para que compremos más o parezca saludable. Saber leer las etiquetas de alimentos e interpretarlas a la hora de comprar también es parte de una dieta saludable. Aprendamos más sobre las etiquetas de alimentos engañosas.
Los trucos en las etiquetas
Una palabra menos o de más puede hacer la diferencia en una frase que nos parece atractiva para comprar un producto, pero la realidad puede ser distinta. A continuación, los trucos y engaños más comunes que se pueden encontrar escritos en las etiquetas de alimentos y qué es lo que pueden estar oculto en ellas:
Light
Muchos alimentos como bebidas, helados, productos panificados y aderezos contienen algunas de estas palabras en sus envases, pero si bien puede ser que contengan menos calorías que los productos comunes, por lo general lo que tienen son menos grasas y para compensarlo esa falta, pueden llegar a contener azúcares o sal en mayor cantidad.
Ingredientes naturales
Otro truco de las etiquetas de alimentos es incluir la palabra natural o ingredientes naturales en el frente, lo que supuestamente le daría al producto la categoría de hecho sin conservantes, aditivos o productos químicos accesorios, pero nada más alejado de la realidad. Que tenga esa inscripción no es lo mismo que sea orgánico y puede contener herbicidas, pesticidas, vitaminas y otros productos sintéticos.
Jugo de fruta
Una de las mayores delicias y muy simples de preparar son los jugos exprimidos naturales. Por eso muchas veces compramos en las tiendas bebidas que aseguran estar hechas con ellos, pero la realidad es que la mayoría tienen un porcentaje muy bajo de puro jugo natural mezclado con almíbares o jarabes. Lo correcto es que diga 100% de jugo natural si está hecho íntegramente con él.
Libres de Gluten
Por supuesto vital para las personas que sufren de la Enfermedad Celíaca u otros trastornos, el que estén libres de trigo, avena, centeno y cebada no implica que sean más saludables que los que tienen esos ingredientes.
Colorantes naturales
Muchos de los colorantes usados provienen de la naturaleza, pero no de la forma en la que uno se imagina: muchos de ellos son químicos fuertes o derivados de partes de animales y pueden ocasionar severas reacciones alérgicas en personas susceptibles.
Alimentos hechos con verduras
Muchas sopas instantáneas, vegetales secos y bebidas pueden tener sabor a verduras pero eso no significa que las tengan en su composición. Muchos de ellos tienen aditivos para darles el aspecto y sabor a vegetales y un alto contenido en sodio y harinas.
Información nutricional engañosa
Como comentábamos anteriormente con el tema de los jugos naturales, muchos productos llevan impresos ingredientes comunes que en realidad no los tienen, sino que poseen el sabor o la textura parecida a ellos por los aditivos que les ponen. Por ejemplo, que un alimento diga que posee queso, no significa que el producto en su forma natural se encuentre en él.
La letra grande no siempre tiene la razón, a veces conviene ser precavido y leer con atención los ingredientes y etiquetas de los alimentos antes de consumir lo que podría no ser lo que pensamos.