Conducto radicular es el nombre que recibe el espacio interior de un diente desde el centro (también conocido como la pulpa dentaria) y viaja a través de toda la longitud de la ruta hasta el final. Los dientes humanos tienen de a uno a cuatro canales, dependiendo de la anatomía de los dientes.
Las muelas, por ejemplo, pueden presentar de 2 a 4 canales, los premolares suelen tener 1 ó 2, los colmillos tendrán 1 ó 2 y finalmente los incisivos suelen tener sólo 1 canal. Canales adicionales pueden presentarse como ramificaciones del canal principal, recibiendo el nombre de ?canales accesorio?. El número de ellos y la forma específica de los mismos varía dependiendo del diente en cuestión.
Razones comunes
Los pequeños canales contienen la pulpa dentaria, algo que también suele denominarse el nervio, y cualquier infección o trauma de dicho nervio terminará en la necesidad de terapia de conducto radicular. Motivos comunes para este tratamiento incluyen degradación del diente que invade el esmalte y alcanza la pulpa, un diente que por estos motivos se ha infectado, traumas como un diente quebrado o roto que haya terminado en la exposición del nervio, o bien porque el diente se encuentra muriendo lentamente por una cuestión de edad o de una lesión que no ha sido tratada adecuadamente en el pasado, entre otras.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El tratamiento de conducto puede realizarse en una sola o en varias visitas a nuestro odontólogo. aún así, antes del procedimiento nuestro dentista deberá indicarnos el número de visitas necesarias para completar el canal. Si hemos tenido una infección o herida en el diente, el dentista puede optar por comenzar un tratamiento con consumo de antibióticos antes de completar el tratamiento de conducto.
El tratamiento suele comenzarse suministrando al paciente anestesia local para ?entumecer? el área donde se va a trabajar. Luego podemos esperar una serie de procedimientos como:
Una imagen de rayos x del diente, mostrando todo el diente (llamado radiografía periapical). Esto servirá al dentista de referencia durante el procedimiento.
La colocación de un protector de goma sobre la boca. Este plástico que será de látex o bien de silicona, se utiliza para mantener al diente aislado de nuestra saliva y en condiciones secas hasta que los últimos pasos del tratamiento se llevan a cabo. El dentista utilizará diversas soluciones químicas para desinfectar la zona dentro del diente, y el protector de goma ayuda a evitar que estas soluciones ingresen a nuestra boca.
Luego se procede con la apertura de un pequeño agujero en el diente para acceder al nervio, y a extraer el mismo que es lo que suele llevar más tiempo, ya que es necesario asegurarse de que todo el nervio ha sido extraído para evitar re-infecciones. En cuanto el dentista se asegure que de el diente se encuentra ?limpio?, el mismo se seca y se sella con un material llamado ?gutta percha?.
Cualquier zona infectada o degradada será removida, y recibiremos un relleno temporal para cerrar las aperturas, o bien uno permanente.
Fuente :Endodoncia | Tratamiento de conductos radiculares