Embarazada en Navidad: consejos para disfrutar

Jesus L. Rodriguez

En Navidad, se concentra todo lo que a la embarazada le está vetado: los embutidos, las comidas copiosas, el alcohol, el humo del tabaco, la ropa ajustada e incómoda, los dulces… Es normal, por tanto, que la embarazada se pregunte… ¿Cómo voy a sobrevivir a las fiestas navideñas en este estado?

En la primera visita al ginecólogo, el médico advierte a la embarazada de los riesgos de ciertos hábitos como el tabaco o el alcohol durante el embarazo. ¡Recuerda que debes evitarlos, durante el embarazo y la lactancia, también en Navidad!

Además, el ginecólogo informará a la embarazada sobre la necesidad de que lleve una dieta equilibrada en el embarazo, evitando embutidos y otros alimentos crudos (jamón, quesos frescos… típicos en Navidad) que podrían exponerla a infecciones como la toxoplasmosis o la listeriosis, muy peligrosas para el feto.

Algunos consejos para que disfrutes la navidad estando embarazada:

  • Los atracones: «Un día es un día», decimos cuando estamos de fiesta… Hoy es una comida especial, pero mañana hay una cena especial, y así suma y sigue durante 15 días. Estando embarazada, hay que intentar moderarse y no solo porque cuanto más peso cojamos durante el embarazo, más difícil será recuperarnos después, también por nuestro bienestar. Evitar los atracones e ingerir menos cantidad de alimentos en cinco comidas al día puede ser una buena solución, además de evitar tumbarse inmediatamente después de comer.
  • Los caprichos: Un trozo de turrón o mazapán está bien, pero no conviene abusar de dulces y pasteles. Ahora sí, para endulzarnos las fiestas son perfectos los postres a base de fruta, como la compota o la manzana asada, o los helados de yogur. Del mismo modo, las salsas que acompañan a pescados y carnes, los fritos y, por ejemplo, pasteles de carne u hojaldres, deberían consumirse solo esporádicamente, al igual que las comidas picantes o los patés.
  • Bebidas «sin»: No es lo mismo una bebida no alcohólica, como algunas cervezas y vinos, que una bebida sin alcohol. Las primeras pueden tener en su composición trazas de alcohol (menos del 5%) que, si bien tomadas ocasionalmente no perjudicarían al feto, en grandes cantidades o muy frecuentemente sí pueden hacerlo. Mejor revisar bien el etiquetado.
  • Las bebidas gaseosas : Los refrescos son una buena alternativa, pero con moderación, porque contienen mucha azúcar y gas, que puede resultar molesto, sobre todo en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Además, podrían disminuir la absorción del calcio y algunas vitaminas.
  • Los excitantes: Durante el embarazo, conviene reducir el consumo de cafeína hasta una o dos tazas al día. Hay que recordar que la cafeína no solo está en el café. El té verde y negro, los refrescos de cola y otros tipos de refrescos también contienen cafeína. Si sustituimos estos días el café de después de comer por infusiones de manzanilla, anís o hierbabuena, no sólo estaremos reduciendo el consumo de cafeína, sino también facilitando la digestión.
  • No conviene hacer excesos con la alimentación.
  • Es preferible comer ligero y seguir haciendo cinco o seis comidas al día.
  • De los platos típicos navideños, se puede comer de todo con alguna salvedad: si la embarazada no ha pasado la toxoplasmosis (infección que puede dejar secuelas en el futuro bebé), ha de evitar las carnes crudas o poco hechas, incluidos el jamón y cualquier embutido.
  • Las verduras que se toman crudas en ensalada deben lavarse muy bien.
  • El pescado crudo o poco hecho puede contener un parásito llamado anisakis,que causa infecciones. Se destruye cocinándolo a 60º durante más de cinco minutos o congelándolo a 20º bajo cero durante 72 horas.
  • En cuanto a las bebidas, es mejor evitar las que llevan gas, ya que provocan molestias digestivas. Las bebidas con alcohol están contraindicadas durante el embarazo.
  • Se puede asistir a fiestas y discotecas. Eso sí, hay que reservar al menos ocho horas para el descanso nocturno.
  • Si la futura mamá baila, no debe llegar a fatigarse.
  • Si la embarazada se pone ropa de fiesta, tiene que abrigarse lo suficiente para no sentir frío, ya que cuando baja la temperatura se constriñen las venas y arterias y el aporte sanguíneo que recibe el feto se reduce.
  • No está contraindicado viajar en el embarazo, ahora bien, hay que evitar desplazamientos largos y pesados. Si la embarazada piensa hacer un viaje intercontinental o visitar un país exótico, conviene que consulte a su médico antes.

Alimentos prohibidos durante el embarazo:

Aunque aflojemos un poco las reglas durante las fiestas, no hay que perder de vista que los alimentos que nuestro ginecólogo haya «tachado de la lista» por cualquier motivo, además de los considerados no aptos para mujeres embarazadas:

  • Pescado y carne crudos: No se recomienda durante el embarazo el consumo de pescado (sushi) o carne (carpaccio, tartar) crudo o muy poco hecho por el riesgo de transmisión de algunos gérmenes que pueden ser peligrosos para el feto.
  • Pescado marinado, ahumado o en vinagre, salmuera…: Además de estar crudos, tienen el riesgo adicional de que pueden llevar conservantes, a evitar durante la gestación.
  • Quesos no pasteurizados: Existe una pequeña posibilidad de contraer una infección por una bacteria llamada listeria, que provoca graves daños al feto. Lo mejor es evitar los quesos (y todos los alimentos) fabricados a partir de leche no pasteurizada, por ejemplo, quesos blandos como feta, brie, camembert, roquefort o cabrales.
  • Atún y pez espada: La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición endureció las recomendaciones respecto al consumo de pescados, recomendando evitar el consumo de atún rojo y pez espada (también llamado emperador) por su alto contenido en mercurio. Sin embargo, el pescado es un alimento fundamental en la dieta de la embarazada por su contenido en proteínas y grasas de alta calidad (como las grasas omega 3 del pescado azul). Mero al horno, merluza rellena, bacalao en salsa, besugo… ¡Todas son estupendas opciones para las fiestas!
  • Embutidos: Están elaborados con carne cruda, así que no se recomenda su consumo durante la gestación, sobre todo si la mujer no está inmunizada contra la taxoplasmosis. Podemos sustituirlos por jamón cocido. No es lo mismo, pero… pensemos lo delicioso que nos sabrá el jamón serrano dentro de unos meses.

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