Bruce A. Beutler, Jules A. Hoffmann y Ralph M. Steinman han sido los ganadores del Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 2011, un galardón que, cada año, concede el Instituto Karolinska de Suecia. Según ha anunciado la organización en un comunicado, estos científicos son merecederos de este reconocimiento por sus aportaciones en el ámbito de la inmunología y las vacunas.
La mitad del galardón ha sido concedida a Beutler y Hoffman por «sus descubrimientos relativos a la activación del sistema inmune», mientras que la otra mitad ha recaído en Steinman por «su descubrimiento de la célula dendrítica y su papel en la inmunidad adaptativa».
El estadounidense Bruce Beutler, el francés Jules Hoffmann y el canadiense Ralph Steinman se repartirán así una dotación de 10 millones de coronas suecas (aproximadamente 1,08 millones de euros). Estos tres prestigiosos investigadores se unen así a la larga lista de premiados por la Academia sueca, que desde 1901 apoya el genio intelectual con estos galardones.
La inmunología es un ámbito que ya ha recibido «un buen número de premios Nobel», según recuerda el doctor Manuel Juan, del Hospital Clinic de Barcelona y la Sociedad Catalana de Inmunología. Sin embargo, se trata de una especialidad «poco desarrollada en nuestro país», según lamenta este experto.
«Hasta los años 90 no entró en la Universidad [española], a pesar de que hay gente dedicada a la inmunología desde el siglo XIX», explica Juan. «Es una ciencia transversal que ha tardado en desarrollarse, pero el nivel de producción científica es muy alto», añade.
Según ha destacado la Academia sueca, los descubrimientos que han sido premiados por el Nobel de Medicina han hecho posible el desarrollo de nuevos métodos para hacer frente a las enfermedades, como las vacunas de última generación o las terapias que luchan contra el cancer a través de la activación del sistema inmunitario.
Por otro lado, estos hallazgos también son claves para entender por qué el sistema inmunitario a veces ataca a su propio organismo -como ocurre en las enfermedades autoinmunes-, lo que ha arrojado nuevas pistas para encontrar tratamientos contra estos trastornos.
Larga lista de premiados
En el ámbito de la Medicina y la Fisiología, el año pasado el galardón recayó en Robert Edwards, ‘padre’ de la fecundación in vitro. Junto a Patrick Steptoe, el investigador británico realizó en 1968 la primera fertilización de un óvulo humano fuera del organismo de la mujer, lo que daría lugar, una década después, al nacimiento de la primera niña probeta del mundo, Louise Brown.
En 2009, el prestigioso galardón fue concedido a Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak, por el descubrimiento de los telómeros, un campo cuyas implicaciones afectan tanto al proceso del envejecimiento como del cáncer.
Entre los favoritos para llevarse el premio de Medicina de este año figuraban especialistas como Brian J. Druker, Nicholas B. Lydon y Charles L. Sawyers, por el desarrollo de imatinib y dasatinib, dos claves en la terapia molecular contra el cáncer.
También Robert S. Langer y Joseph P. Vacanti eran posibles candidatos al Nobel por sus trabajos en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa, pero finalmente Beutler, Hoffmann y Steinman han sido los elegidos por la Academia sueca.
En los próximos días siguientes se conocerá al ganador del premio de Física y al de Química, mientras que el viernes se concederá el Nobel de la Paz, el único que se otorga y entrega en Oslo, y no en Estocolmo, por orden expresa del propio Nobel (1833-1896), ya que Noruega estaba unida a Suecia en aquella época.
El día 10 se fallará el premio de Economía, el único no establecido por Nobel en su testamento sino instituido medio siglo más tarde por el Banco de Suecia y desde 1969 otorgado por la Real Academia de las Ciencias.
La Academia Sueca aún no ha anunciado cuándo se conocerá el ganador en Literatura, que siempre se entrega un jueves, por lo que atendiendo a la tradición reciente, lo más probable es que sea el día 6.
Los premios pueden quedar desiertos, algo que ha ocurrido en 49 ocasiones, pero desde 1974 no pueden concederse a título póstumo, a no ser que el galardonado muera en el período transcurrido entre la concesión y la entrega del mismo.