El masaje como terapia: tacto

Jesus L. Rodriguez

 

Antes de explicar lo importante del masaje terapéutico es importante aclarar la importancia que tiene para el ser humano el sentido del tacto. Los seres humanos necesitamos tocar y ser tocados tanto como podemos necesitar comer, vestirnos, beber o cualquier otro acto básico. Su influencia es tal que puede influirnos a nivel psicológico  o en nuestra conducta futura,  además lo necesitamos a lo largo de toda nuestra vida.

El sentido del tacto es posible que sea el último en desaparecer, y es especialmente eficaz con las personas mayores para combatir muchos de los dolores que padecen, como también para combatir la depresión, los sentimientos de angustia y la soledad.

El masaje se suele definir como un conjunto de movimientos manuales y rítmicos que se practican sobre la superficie y los tejidos blandos del cuerpo utilizando técnicas como el amasamiento, la presión, la fricción, los golpeteos, palmadas, rodamientos entre otras muchas técnicas.

Aunque muchas máquinas se han inventado que simulan un masaje, no se ha creado que puede duplicar el poder del contacto humano que acompaña a la terapia de masaje.

Las capacidades perceptivas de las manos y los dedos humanos para evaluar la tensión muscular y la aplicación de las cantidades adecuadas de presión a través de la aplicación de los trazos adecuados es inigualable a cualquier máquina.

La terapia de masaje es el proceso mediante el cual se aplican una variedad de tipos de tacto y las caricias en el cuerpo para mejorar la salud y el bienestar.

Es una valiosa no farmacéutico método para la intervención en un número de dificultades relacionadas con el estrés físico y mental.

El masaje se puede realizar en cualquier persona, desde bebés hasta personas mayores, para ayudarlos a relajarse o para tratar una condición médica específica.

A continuación, conocerá los tipos de masajes más comunes, de acuerdo con la Asociación Americana de Terapia de Masaje (AMTA):

  • Sueco: considerado el tipo más común, involucra caricias grandes y otras técnicas en las capas de músculo más superficiales, junto con movimiento articular activo y pasivo. Este tipo de masaje pretende relajarlo y energizarlo.
  • Tejido profundo: diseñado para liberar la tensión y administrar caricias suaves y presión profunda con los dedos, se llama así porque se enfoca en las capas más profundas del tejido muscular. Las caricias y la presión siguen la fibra de los músculos y tendones. Comúnmente, se utiliza para el daño muscular que es producto de una lesión, como lesión por latigazo cervical y distensión en la espalda.
  • Masaje en silla: este es un masaje de la parte superior del cuerpo. Se realiza a través de la ropa mientras usted se encuentra sentado de forma erguida en una silla portátil.
  • Terapia deportiva: el masaje deportivo se enfoca en el calentamiento de atletas para prevenir lesiones deportivas, mantener el cuerpo flexible o ayudar a rehabilitar músculos lesionados.

El masaje terapéutico está indicado para quienes permanecen mucho tiempo sentados o de pie y realizan movimientos repetitivos. Además de las manos, se utilizan masajeadores terapéuticos, medios físicos con calor y electrodos para calmar el dolor. «Como lo reconocía Hipócrates, este masaje tiene varios estilos: cuando es vigoroso ayuda a unir tejidos; si es moderado, los junta (zonas grasas) y si es fuerte, se trabaja en el crecimiento de estos», explica la fisioterapeuta Alexandra Rincón. No es recomendado en caso de quemaduras, estado febril, inflamaciones agudas, heridas abiertas, dermatitis, enfermedades infecciosas, patologías no controladas (hipertensión, asma) y en embarazos de alto riesgo.

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