La zona de la espalda se relaciona directamente con los músculos de la zona frontal del torso, lo que se asocia al sistema respiratorio. Los pulmones se encuentran posicionados cerca de las zonas cervical y dorsal, por lo que una patología que provoque inflamación o dolor en la zona se ve incrementado al respirar; por eso diferentes son las causas del dolor de espalda al respirar, desde lesiones musculares hasta enfermedades de tipo respiratorias y cardíacas.
Siempre que se tenga dolor de espalda cuando se respira se debe acudir a un médico para descarte causas ya que esto también puede ser indicio de un ataque al corazón inminente.
Dolor de espalda al respirar causas y recomendaciones
Las lesiones musculares son una de las causas del dolor de espalda al respirar, donde un intenso dolor dorsal incluso se puede volver crónico y es causado por una mala postura, manipulación de objetos pesados y una vida sedentaria. Un ejercicio físico o práctica deportiva también es otra de las causas cuando son actividades que se realizan en exceso, causando una enorme presión en la espalda y ocasionando este tipo de dolencias; estas lesiones limitan el desplazamiento físico y al respirar el dolor se refleja en otras zonas como el abdomen o pecho.
Pero si el dolor de espalda al respirar no es causado por una lesión muscular, se necesita de un diagnósticos más especializado, ya que puede ser un síntoma de un ataque al corazón, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibromialgia, enfermedades de la arteria coronaria, desórdenes de los pulmones, fibrosis quística, bronquitis, angina, enfisema y neumonía. Esta última se produce cuando una persona respira los gérmenes que producen la infección de la neumonía, aumentando el riesgo cuando su sistema inmunológico se encuentra débil y no puede combatir la infección.
Aunque también algunas causas potenciales que se relacionan con el dolor de espalda son la ansiedad, asma o anemia.
Algunas recomendaciones pueden ayudar a tratar el dolor de espalda al respirar cuando sus causas son lesiones musculares, donde antiinflamatorios y analgésicos son útiles para aliviar el dolor; al igual que visitar un fisioterapeuta el que puede tratar específicamente el dolor a través de masajes u otro tipo de técnicas pasivas.
El trabajo físico a través de tablas de movimiento también ofrece un alivio al dolor, cuando el trabajo es moderado; pero estas técnicas solo alivian el dolor causado por molestias musculares. Cuando se trata de enfermedades cardíacas o respiratorias, se necesita un tratamiento específico e inmediato en un centro médico.
Prevención del dolor de espalda
Es común tener dolor de espalda al respirar cuando se tienen lesiones musculares, las que se pueden originar en el hogar o en el trabajo, pero gracias a simples consejos se puede prevenir. Como realizar actividad física regularmente, ya que esto tonificará los músculos que entregan estabilidad a la espalda y evitará adoptar malas posturas; algunos ejercicios que ayudan a cuidar la espalda son los abdominales y la natación.
Dormir sobre una superficie adecuada también es recomendable, por eso es mejor invertir dinero en un buen colchón para dormir y no en pastillas que luego alivien el dolor; un buen colchón entregará a la espalda el descanso que necesita después de una extensa jornada de trabajo. Al estar entados también se debe cuidar la postura, ya que al pasar muchas horas frente a la pantalla de un computador se puede dañar la espalda con una mala postura; un buen truco para evitar esto es situar las articulaciones de la cadera, rodillas y codos en 90°.
Realizar una buena respiración también es necesario para evitar el dolor de espalda, donde una inspiración y espiración profunda ayudarán a relajar los músculos para evitar posibles contracturas. Las actividades de relajación pueden ayudar en esto al destensar los músculos de la espalda y combatir el estrés diario que hacen que los músculos se vayan encogiendo.
El peso también juega un rol importante en el dolor de espalda, por una parte se debe controlar el peso corporal ya que un peso excesivo provoca variaciones en las curvaturas de la espalda produciendo desequilibrios y dolor; mientras que el levantar peso debe ser realizado con cuidado. El peso siempre debe ser cogido flexionando las rodillas para bajar, ya que de eta manera la espalda sufrirá menos.